Por Ángela Sánchez Vicente
Una vez más la Editorial
Impedimenta nos regala una obra maestra. Una novela de la que no sales
ileso y solo puedes adjetivarla en positivo.
¿Cómo reseñarla sin desvelar sus secretos? ¿Cómo hablar
de ella de manera imparcial si me ha parecido increíblemente buena?
¡Bueno, vamos allá!
Esta vez nos traen la novela merecedora del Premio Jaques-Brossard 2017 y os
garantizo que es merecidísimo. Particularmente desconocía la bibliografía de Martine Desjardins pero tras la lectura
de La cámara verde me declaro
firmemente su seguidora.
Es de esas novelas en que hay una atmosfera gótica que te
cautiva, unas descripciones que te facilitan estar allí y saltar dentro del
relato y unos personajes torturados que con su enrevesada evolución nos
muestran las bondades y miserias del género humano.
No sólo la bestia de “La bella y la bestia” tiene una
cámara prohibida y tampoco hay que ser Christian Grey para tener una habitación
llena de misterio… Aprended de esta gran literata y descubrid que se puede
llegar a esconder en La cámara verde.
Verdes os quedareis al ver la perfección del relato y sus
referencias a la cultura antigua y a la griega.
Todas las casas tienen misterios y secretos, pero los hay
que son demasiado gordos para que salgan a la luz.
La familia Delorme reside en una mansión en Mont-Royal y
tras sus sesenta y siete cerraduras oculta muchos secretos.
Penny Sterling llegará para sacudirles y no les dejará ni
tomarse su ponche tranquilo, pondrá la casa patas arriba hasta llegar a la verdad.
¿Qué hay en la cámara que vigilan tanto?
Nada más y nada menos que el cadáver de una mujer momificada
con un ladrillo y una moneda de plata.
Tiremos de cultura clásica y preguntémonos qué precio
tiene el viaje al más allá.
La paz no será devuelta a la mansión hasta que Penny se
quede tranquila. Es suspicaz, audaz y atrevida. Nada la limita. ¿La queréis
acompañar?
Gracias de nuevo a la Editorial Impedimenta y a la labor de traducción de Luisa Lucuix Venegas podemos desgranar
esta novela tan sarcástica, negra y reflexiva.
¿Os animáis a entrar? Estáis invitados.
Aquí os dejo su primera llave para que podáis abrir la
puerta principal.