dijous, 14 de gener del 2016

Idus de julio



SB e&Books nos presenta la primera novela de Felipe Ortín, un joven tinerfeño afincado en Barcelona donde estudió Ingeniería de Telecomunicaciones. 

Según su descripción, Felipe Ortín ha sido portero de fútbol con lumbago, bailarín de Bollywood sin gracia, alpinista en el Everest evacuado en helicóptero, cooperante barbudo en Guatemala y Bolivia, marido por sorpresa, cocinero quemado y, actualmente, escritor de Idus de julio.

Idus de julio es una novela que nace fruto de la sana intención de divertir, entretener e incluso hacer reír a cualquier persona que la lea, y en este último punto doy fe de ello.

Con una narrativa fresca, un vocabulario actual, una voz en primera persona y un protagonista parecido a Harry Potter pero con menos magia y mala suerte, el autor convence y conquista desde la primera página, enseguida el lector empatiza con él y con sus circunstancias.

Parece que nuestro amigo ha nacido con mala estrella, tras cuatro meses trabajando en el extranjero regresa a casa sin aviso y se encuentra a una persona saltando la valla de su casa desnudo.

A partir de ese momento, siente que los cuernos le empiezan a crecer, pruebas no tiene pero las busca insistentemente. En su lista de sospechosos están sus amigos Carles, quien asiste a clases de tango con su mujer, Raúl con quien va al gimnasio y Romén que le da masajes ya que es fisioterapeuta.

¿Por qué? ¿Con quién? ¿Desde cuándo? ¿Cómo han llegado a esa situación?

Por si esto no le agobiara lo suficiente, en el trabajo el trepa de turno desea hacerle la cama y quedarse con su puesto.

La resolución de todos sus problemas será descubierta el 15 de julio, o lo mismo dicho Idus de julio según el calendario romano, día fatídico desde la época de Julio César.

Una novela fresca, donde un pobre hombre es ninguneado por casi todos los protagonistas, quien siente la traición en el aire, los cuernos en la frente y el cuchillo en la espalda. Todo un ingeniero óptico de una empresa de satélites que no ve más allá de sus narices.

¿Tendrá razón al sospechar de sus amigos? ¿Quién será el traidor? ¿Continuará en la empresa?

Un aspecto a destacar es como el autor de un giro radical al final de la novela demostrando aquello que dicen que no hay mal que por bien no venga.

Una apuesta que se lee de una sentada, un protagonista cafre y una situación real que arranca sonrisas y con un final del todo inesperado. 

Poco más que brillante puedo decir a este descubrimiento.