Estos días es noticia entre los amantes de la novela
negra el gran Carlos Bassas del Rey por
ganar el Premio Dashieel Hammett a la mejor novela de género negro en español
publicada en el año 2018 con “Justo” una novela que ya nos encantó.
Hoy regresa a nuestras manos con Soledad, una novela con un título con
un amplio sentido ya que no es solo el nombre de una de nuestras protagonistas
sino que abarca el más amplio de los sentidos.
Con una portada que evoca a la
tristeza y a la soledad absoluta con un árbol seco, muerto por dentro y por
fuera, reflejado en un abismo oscuro de la nada.
Nuestra historia arranca con la
muerte de Abigail, la nena de catorce años, a partir de ese momento Soledad
pasa a ser la madre de la niña muerta, una mujer que ha muerto con ella, solo
queda su cuerpo obediente a un marido abusador y maltratador que recibe a la
par de la culpabilidad de la perdida.
Junto a su voz narrativa se unirá
la del inspector Romero, un hombre de alma gris y consciencia cargada con
aquellas muertes que no ha podido salvar o descifrar, un hombre con sus propios
fantasmas que ahora investigará la muerte de Abigail, un personaje que ve la
vida real, sus sombras, su maldad, aquello que las paredes susurran y lo que
los demás evitamos ver, oír y callamos.
Una historia donde se mezclan la
investigación del crimen, la crítica social del maltrato dentro del hogar y
como la sociedad reacciona ante él, entre sus páginas aflora la miseria humana
más descarnada.
El autor con su lenguaje directo,
sin muchas florituras va directo al grano, dice lo que quiere decir y calla lo
que nos hace sentir. Junto a él buscaremos una verdad que puede acabar con todo
y solo dejar un rastro de cenizas.
En pocas páginas consigue
retratar a la perfección la soledad, una realidad dura, real, cruel y
desalmada. Hoy en día hay demasiada soledad en nuestra sociedad, a veces ni
conocemos a nuestros vecinos y si no hay pantalla de por medio callamos antes
de conocer a alguien.
El lector podrá empatizar
rápidamente con nuestros protagonistas quienes relatan sus vidas y a la vez dan
diferentes puntos de vista en ciertos momentos sobre un mismo hecho. Retrata
demasiado bien a Soledad y sus circunstancias, una mujer inmigrante sometida
que esperaba poder darle algo mejor a su hija, un futuro que ella no tiene y
ahora no le queda ni la esperanza, un futuro robado.
Alrevés nos presenta una novela con un trasfondo social
marcado y con un crimen cuyo asesino llorará lagrimas amargas y rezará perdón
tras descubrirse a si mismo.
Solo os diré que os dejará con un
sabor amargo en la boca y con más despedidas de las esperadas. Absolutamente
brillante.
“Los muertos son
secundarios. Los muertos son una excusa para que los vivos desplieguen su
hipocresía, sus miserias, sus envidias y sus odios por sus salas y pasillos.”