dilluns, 17 de juliol del 2017

Aquí le echamos muchos huevos… a la tortilla



García de Saura regresa a nuestras manos tras seducirnos y divertirnos a partes iguales en “Lo que el alcohol ha unido que no lo separe la resaca” con una novela fresca, irónica, divertida, con romanticismo, amor, sexo, lujuria, amistad y familia.

Con un título que invita a todo y a un poco más nos presenta Aquí le echamos muchos huevos… a la tortilla, una historia enmarcada en un puente aéreo entre Paris la eterna ciudad de la luz y el amor y Zaragoza, una ciudad llena de secretos y raíces.

Nuestras protagonistas son Zipi y Zape, o lo que es lo mismo Ainhoa y Maica, dos terremotos que se meten en todos los fregaos las hayan invitado o no a ello. Dos amigas inseparables que se acaban de graduar en químicas y que deciden hacer de ese verano algo especial, así que se apuntan a un intercambio en Londres, aunque la cosa se tuerce y Maica acaba apuntada a un intercambio en París y un compañero que quita el sentido.

Todo estaría bien si no fuera porque el padre de Maica odia a los franceses, aunque bien sabe todo el mundo que el que más habla es el que más debería callar, así que la cosa se complica, pero con el bueno de su hermano curro y la gran abuela Isabel todo podría arreglarse si no fuera por el propio puntillo de Mattew, nuestro parisino que esconde más de un secreto y de Ainhoa que tiene su punto rebelde que les hace atraerse y odiarse.

Una bomba que explotará en París llenando de luz las vidas de los dos, descubriendo secretos de la vida de Mattew que podrían cambiar su relación para siempre e incluso separarles por un secreto enterrado en una caja fuerte y cuyas consecuencias nos recordaran uno de los capítulos más oscuros de la historia no tan antigua en nuestro país, un tema delicado, que no voy a mencionar para no hacer un spoiler, pero que debo puntualizar dado que la autora lo trata con dignidad, delicadeza y le da un cariño especial.

Con esta novela os reiréis, amaréis con locura, uniréis los lazos de la amistad con nuevos protagonistas, la ironía fluirá por sus páginas arrancándoos la sonrisa más dulce y descubriréis la vida en París, sus monumentos, sus plazas, el Louvre, sus noches en blanco y la travesía por el Sena, una ciudad que se transforma en un personaje propio que acompañará a estos dos jóvenes en el camino a descubrirse a sí mismos y al otro.

Una historia sensual para llevar en la maleta, para leer en una noche tórrida de verano y quizás, solo quizás no morir por combustión espontánea. Tópicos españoles y franceses se dan de la mano para mostrar lo ridículo del prejuicio y lo bueno de cada uno de ellos.

Esencia nos invita a vivir un verano diferente ya seáis de tortilla española o a la francesa, lo que importa en el fondo es el corazón.

Aquí os dejo sus primeras páginas para que os unáis a Zipi y Zape y sus amigos, sin olvidarnos de su propia banda sonora, una lista impecable de buena música y mejor mensaje.

Se me olvidaba, lobitas, en ella encontrareis una referencia a la líder de las lobas de Gunnar, ¡Olé por la amistad entre escritoras del género!.