Fantascy nos invita a visitar el mundo del miedo, el
terror y las pesadillas. Juntos descubriremos el Reino que se esconde en
nuestras pesadillas, ese lugar donde todo hombre deja libre sus miedos y esa
parte oscura de su alma, despertando después siendo un poco menos ellos.
El libro de Ivo me atrapo desde el principio cuando el prólogo
rezuma una angustia existencial que podría transformar a un hombre cuerdo en un
loco, y como la ira que provoca la frustración le mantiene alerta en su
vigilia.
Me gustan mucho las novelas fantásticas, dado que en ellas encontramos
aquello que sueña la mente, un espacio libre de convencionalismos y donde los
elementos sobrenaturales acostumbran a tejer nuevos tapices.
Pero en este caso Juan Cuadra Pérez,
me ha dejado en un sin vivir, no me esperaba una prosa tan cruda, detallada y
visceral, con unos protagonistas que marcaran los extremos de una balanza de
personalidades que en parten son un poco estereotipadas pero llevadas a un
extremo quizás excesivo pero que le aportan a la novela el contrapunto
necesario para que sea considerada muy interesante.
No me esperaba que una novela fantástica me chocara tanto. Cierto es, que
el mundo de los sueños siempre ha sido un buen refugio para muchas novelas,
pero el mundo de las pesadillas, con tantas capas superpuestas y una
profundidad que llega al abismo del alma, llega a acongojar.
La trama se centra en el asesinato de la Reina Mab, dueña y señora del
Reino a manos de un hombre que consigue dominar sus sueños en un duermevela, su
motivación no es otra que terminar con sus pesadillas y asegurarse que estas no
le llevan a matar a su amada.
El problema recae en que sin la Reina Mab, las pesadillas se entretejen con
la realidad, ya no hay un Reino solido donde dejar vagar libremente nuestra
oscuridad, sino que está se mantiene aferrada a nuestra alma.
Uno de los Cuatro Señores del Reino seré el encargado de bajar a la Ciudad
y restablecer el orden, algo muy sencillo de decir pero quizás muy complicado
de lograr. El equilibrio entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad es
necesario dado que si no la oscuridad podría eclipsar la luz.
Si me preguntáis cual es el punto fuerte de la novela os diré que la prosa
en sí, sus descripciones extremadamente detalladas que atrapan al lector y no
lo dejan escapar con facilidad, hay algún pasaje donde el autor parece
recrearse, pero precisamente por eso se transforma en alguien más cercano al
lector, invitándole a descubrir su mundo de pesadillas.
¿Se restaurará el equilibrio?, esa es la gran pregunta que página a página
descubriréis solo si estáis preparados para entrar en el Reino y no dejar el
alma en ello.