Detrás
de unas medias a topos se esconde nuestra querida Valeria, en la tercera
entrega de la saga nos encontramos con Valeria
en blanco y negro a la cual los topos no le sientan muy bien, ¿será una
metáfora donde las rayas son Víctor y los topos Bruno?
Para
todos aquellos que no habéis descubierto a Valeria os estáis perdiendo una
historia actual, de un grupo de amigas que se enfrentan a la vida con sus
sonrisas y sus lágrimas, con los hombres que desfilan por ella, algunos de los
cuales se quedan y otros se marchan, o los echan, el trabajo, la crisis, la
familia…
Conoceréis
a Valeria, Lola, Carmen y Nerea en “En los zapatos de Valeria”, y descubriréis
como se desarrolla su vida en “Valeria en el espejo”.
En
Valeria en blanco y negro
descubriréis como Valeria intenta vivir sin Víctor y cae en los brazos de
Bruno, como Lola se encapricha de Rai, un joven más maduro de lo que parece,
Carmen se enfrenta a su boda con Borja y Nerea empieza a descubrir que la
Nerea la Fría no le gusta nada y quiere
desterrarla.
Tal
y como nos dice el título esta entrega es en blanco y negro, ha perdido parte
del color, quizás por la falta del dramatismo de la pareja Valeria – Víctor, o
quizás dado que las entregas anteriores eran muy buenas y siempre se espera
más.
Cierto
es que presentar una tercera parte de una cuatrilogia es difícil, tenemos la
explosión que cautiva en la primera entrega, la aparición de los grandes
conflictos internos y con el mundo en la segunda, en la tercera parece que las
cosas se asientan menos al final donde Elísabet
Benavent sabe cómo dejarnos esperando un final que apunta maneras y dentro
de muy poco descubriremos el final en “Valeria al desnudo” donde en su portada
han vuelto las rayas a las medias.
Esta
entrega reparte mejor el protagonismo entre las cuatro amigas, me gusta mucho
el giro que la autora le ha dado a Nerea, una guerrera dormida que descubre por
fin como descongelarse, una bella durmiente que despierta, aunque no por un
beso del príncipe azul, ¿o quizás sí?. Carmen vuelve loca a Borja con los
preparativos de la boda, Lola se siente mayor pero hay que recordar que Lola es
un dedo corazón erguido con estilo, y Valeria sigue con su drama personal,
donde su mente siempre deriva en Víctor pero su espacio lo empieza a ocupar
Bruno, un personaje poco usual, maduro en muchos aspectos, tierno y una fiera.
El que nos queda en discordia es Víctor, él solito se ha hecho la cama y se
siente descolocado, tendrán perdón sus errores, descubrirá lo que su corazón
intenta decirle… deberemos esperar hasta el final.
Valeria
os está esperando para compartir con vosotras su vida, sus sueños y sus dolores
de cabeza, una historia a la que le falta el capítulo final y que nos deja con
esta entrega con el corazón en un puño.
Suma de Letras ha conseguido cautivar a una gran
legión de fans con Valeria. Si os preguntáis quien es ella bien os podría
responder que es vuestra vecina, vuestra amiga, o quizás vosotras mismas.
Valeria no es un arquetipo de mujer, simplemente es Valeria y por eso la
queremos.