Por Ángela Sánchez Vicente
Siempre os hemos comentado de la
grandeza de la literatura al tratar emociones humanas y al ayudarnos a
reflexionar sobre los males de nuestros días.
Hoy os invitamos a una novela
extremadamente cuidada y bien documentada sobre la naturaleza humana, la raíz
de los problemas sociales, la desconexión social y los nuevos mandatos que nos
alejan de aquello más esencial y natural para nuestras vidas.
En Otoño lejos del nido la sargento Ivet Portabella investiga la
muerte de una chica que aparece colgada en una misteriosa esfera construida con
ramas.
Simultáneamente, el asesinato de un
alto cargo alemán con un tatuaje en la ingle que los deja a todos atónitos.
A su vez, un periodista que pasa por
una mala racha investiga en Barcelona la desaparición de un novelista con el
mismo tatuaje que la víctima alemana.
¿Qué conexión existe entre ellos? ¿Y
entre ellos y la joven colgada del árbol?
Con esta premisa empieza la historia
que nos narra Ángel Gil Cheza con
sumo detallismo que nos ayuda a entrar en la trama del relato y a entender la
mentalidad de los investigadores.
Ivet y Édgar decidirán unir fuerzas
para sacar a la luz la verdad de estos escabrosos sucesos que extraen lo peor
de la sociedad moderna bajo la premisa de los debates éticos entre lo correcto
y lo incorrecto y las nuevas leyes sociales no escritas.
Es una reflexión hacia la vuelta a
los cuatro elementos y a los cinco sentidos, es un viaje hacia lo esencial del
ser humano a través de la explicación de sus sombras.
Un thriller trepidante que nos
invita a reflexionar sobre nosotros mismos y la sociedad en la que vivimos.
Gracias a la apuesta de Suma de letras por ampliar nuestra
bibliografía de este aclamado autor podemos disfrutar de este nuevo título sin
olvidar sus precedentes “El hombre que arreglaba bicicletas”, La lluvia es una
canción sin letra” y “Pez en la hierba”.
Es increíble como desde su
sensibilidad y sensatez nos regala una nueva obra que nos ayuda a modificarnos
y a mejorar.
No lo dudéis e id a su encuentro.