Por Àngela Sánchez Vicente
Manuel Sánchez-Sevilla un enamorado a más no poder de Andalucía,
que hasta lo ha adquirido como pseudónimo literario, ha cautivado mis raíces
andaluzas, cordobesas para más señas, con su última novela El enigma de las seis copas.
En
esta novela ambientada en la Córdoba del siglo XII se nos hace un retrato
espectacular y fruto de una documentación exquisita del periodo histórico en
que se enmarca.
Con
unos escenarios tan bien descritos que parece que puedes tocarlos, te
transportas a los zocos, a la vida diaria, a las costumbres de un pueblo y la
relación con los gobernantes que viven en bellos y majestuosos palacios.
Se
pueden oler las especias que hacen de este territorio un lugar rico, mágico y
con reminiscencias de la riqueza de la mezcla de culturas.
Pero
una buena escenografía o telón de fondo no es nada sin una buena historia que
contar y, en este caso, el autor nos embriaga con la trama principal dinámica,
aventurada y llena de intriga y acertijos a descubrir por unos personajes
llenos de vida y coraje para superar obstáculo tras obstáculo.
Al
Gafequi, médico oculista y su aprendiz Abdallah disfrutan de una vida tranquila
hasta que Al Gafequi recibe una nota con la advertencia de la muerte de un alto
dignatario.
Decide
ir a palacio para advertir de la noticia pero ya es tarde, el imán le muestra
el cuerpo ya sin vida del gran visir y gobernante Abu Salem y, al lado de éste
se encuentra una de las copas de oro de Abderramán III.
Reza
la leyenda que estas copas están malditas pues se hicieron con el oro de
reliquias sagradas cristianas.
En
un entrelazado de sospechosos y supersticiones, Al Gafequi con su ayudante se
volcaran en la investigación.
Personalmente
creo que es de las mejores novelas históricas que he leído, ya será por el
enigma en sí que está narrado a la perfección y se desenvuelve dando vueltas de
tuerca a la historia o por el magnífico marco que nos presenta el autor.
Hay
novelas históricas que se hacen densas pero no es para nada el caso de esta, es
fresca, con olor a jazmines, con la cálida brisa del verano… es una caricia a
nuestro pasado.
Podemos
disfrutar de esta novela gracias a Ediciones
B, quienes ya publicaron su anterior novela histórica titulada “Gaia
Augusta”, un viaje a la Roma del siglo I.
Muy
recomendable para todos los enamorados de la buena literatura y de este género
en particular pero si además se es amante de la cultura y las raíces árabes que
Andalucía aún conserva esta obra cobra una nueva dimensión.
Un
viaje en por el espacio y el tiempo para aquellos que la crisis no les permita
hacer un viaje vacacional.