Por Ángela Sánchez Vicente
Hoy
os quiero hablar de mi gran amor literario, mi autor de cabecera al que voy a
parar una y otra vez aprendiendo siempre algo nuevo. Mi amor literario es sin
ninguna duda el grandísimo WILLIAM
SHAKESPEARE.
Un
autor que se acostumbra a estudiar y en el que los jóvenes quizás no prestamos paran
la suficiente atención para extraer todo aquello que nos quiere contar.
Dilemas,
debates internos, amores apasionados, venganzas, culpa, celos, rabia, envidia…
es vital rescatar los tesoros de la literatura, éste en particular supo
retratar como nadie la naturaleza humana y supo pintarnos a los humanos tal
cual somos, sujetos divididos y contradictorios.
Vivimos
en la línea del deber y el querer.
En
la antigüedad el destino parecía estar escrito por los Dioses pero con el
tiempo, el renacimiento y el desarrollo
de las ciencias el hombre se cuestionó la existencia de Dios ante su destino y
su camino y se empezó a preguntar si era el mismo hombre el responsable de su
tragedia y su comedia, de su dicha y su desdicha.
¿Podemos
salir de la tragedia con más tragedia?
Los
personajes locos de amor y torturados eran su fuerte. Situaciones límite en la
que podemos ver la naturaleza del ser humano y aquellos sentimientos puros que
nos pueden llevar a un final feliz y aquellos sentimientos enfermizos que nos
pueden llevar a provocarnos nuestra propia tragedia.
Gracias
a Debolsillo disponemos de cinco
volúmenes que recogen sus obras con sumo esmero y eligiendo las mejores
traducciones al castellano que se han hecho nunca aunando esfuerzo para que el
mensaje original del autor no pierda ni un ápice de fuerza.
El
primer volumen son sus COMEDIAS y
contiene Los dos caballeros de Verona, La comedia de los errores, La doma de la fiera, Trabajos de amor en vano, Sueño de noche de verano, El mercader de Venecia, Mucho ruido y pocas nueces, Como les guste, Las alegres casadas de Windsor y Noche de Epifanía o Lo que queráis.
El
segundo volumen reúne sus TRAGEDIAS
principales: Tito Andrónico, Romeo
y Julieta, Julio César, Hamlet, Otelo, El rey Lear, Macbeth, Antonio y Cleopatra, Timón
de Atenas y Coriolano.
El
tercer volumen es la colección de sus
DRAMAS HISTORICOS: Enrique VI,
partes 1, 2 y 3, Ricardo III, El rey Juan, Ricardo II, Enrique IV, parte
1 y 2, Enrique V, Enrique VIII, Ricardo III, El rey Juan, Ricardo II, Enrique IV, parte 1 y 2, Enrique
V y Enrique VIII.
El
cuarto está formado por sus ROMANCES:
Troilo y Crésida, Bien está todo lo que bien acaba, Medida por medida, Pericles, príncipe de Tiro,
Cimbelino, Cuento de invierno, La tempestad y Dos nobles de la misma sangre.
Y
el quinto y último volumen contiene sus POESIAS
más celebradas: Venus y Adonis, La violación de Lucrecia, Sonetos, Lamento de una amante y El
fénix y el tórtolo.
Leer
a Shakespeare es tener un seguro de calidad y es un error creer que por ser un
autor clásico no se le ha de prestar atención. Si no se han leído es una
buenísima opción, si se está estudiando al autor es una elección de lujo que os
acompañará a lo largo de la vida y si sois enamorados de sus obras es la mejor
manera de tenerlas a todas reunidas en un formato de tapa dura, con unas
ilustraciones preciosas y una gran calidad.
Para
mi no hay nada igual que volver a mi ayer de la mano de Shakespeare y recuperar
esos recuerdos de un tiempo en el que me encantaba leer sus historias.