Por Ángela Sánchez Vicente
Pocas veces me pasa pero estoy sin palabras… No sé cómo
narrar lo que he sentido al leer la obra Aura
del gran maestro Carlos Fuentes.
Es una novela que, por descontado, no deja indiferente y
ahora comprendo por qué el autor es tan aclamado, valorado por la crítica y
merecedor de cuantiosos premios.
Quizás no di en su día con su novela cumbre pero con esta
he descubierto una pluma magistral de la que quiero investigar en su
bibliografía.
Aura nos cuenta la historia de un joven historiador
llamado Felipe Montero al que se le encarga escribir las memorias de un General.
Él con su estado económico y su ansia por trabajar no duda en responder al
llamado pero cuando sepa dónde va a desarrollarse su trabajo todo cambiará.
La viuda del general desea que todo el trabajo se realice
en su propio domicilio en la calle Donceles 815.
¿Qué hay tras esa puerta? ¿Quién habita en ella?
Es una novela con sólo tres protagonistas al que se le
suman de manera diferente el General y la casa.
La casa es una protagonista para mí que refleja todo lo
que es la viuda de este General. La Señora Consuelo es una mujer de cara
angelical y pelo blanco que esconde un mundo sombrío y lúgubre. Devota
religiosa que ofrece varias caras y facetas para quien quiera vivir a su lado
aunque sea solo por un tiempo.
Sola y sin hijos realiza ofrendas aún reflejo de sus
deseos de fertilidad y ansias de descendencia.
Toda la casa respira esta personalidad oscura y dominante
sobretodo con Aura, su sobrina a la que tiene atemorizada y de algún modo atada
a ella.
Viendo el panorama nuestro joven amigo está dispuesto a
abandonar la casa y el trabajo hasta que se cruce con Aura y su gran belleza.
Sus ojos verdes y su melena demuestran su carácter
salvaje y natural aunque un halo misterioso la envuelve y la hace tremendamente
atractiva a los ojos del joven.
¿Qué puede surgir de entre estos tres personajes?
¿Ablandará el corazón de Consuelo? ¿Conquistará a Aura?
No os cuento más porque si no la novela pierde la gracia
y su encanto.
Las ilustraciones de
Alejandra Acosta muestran a la perfección el carácter de los personajes y
además los escenarios en que se mueven dignos de obras sombrías de grandes
maestros como Poe.
Al ser en blanco y negro sólo usando el verde evocador de
los ojos de Aura y el rojo que nos recuerda a la sangre aún enfatiza más un
mensaje global para una obra tan sumamente trabajada.
Gracias a Libros
del Zorro Rojo no tan sólo disfrutamos de una gran obra, también podemos
considerarlo un homenaje a este gran autor mexicano y a su obra.
Parece que los personajes salgan del libro. Realmente no
os lo podéis perder.