Por Ángela Sánchez Vicente
Tendemos a creer que los grandes
autores de otros tiempos vivían montados en el dólar y gozaban de los lujos a
los que el resto de la sociedad no podía acceder pero… ¿Creéis que realmente
era siempre así?
Suponemos que en muchos casos sí que
fue así pero hoy os queremos abrir una ventana de lo que era Fruitlands para la aclamada autora de
Mujercitas en su infancia.
En esta obra encontrareis Una experiencia trascendental y Una aventura utópica narrada desde la
subjetividad y la propia vivencia de Louisa
May Alcott.
Esta joven, prolifera y aclamada
escritora nació en el seno de una familia humilde pero con conexiones
culturales de gran interés.
Desde bien jovencita demostró ser
una mujer trabajadora, independiente y con un pensamiento adelantado a su
tiempo y se dispuso a trabajar ya fuera como criada, costurera, institutriz o
maestra.
En esta obra ella nos muestra una
metáfora de su vida.
A finales de 1840 unas cuantas
familias de Massachusetts se plantearon el reto de vivir en una comuna de
ideales trascendentalistas apartados de la sociedad y viviendo de lo que ellos
mismos pudieras extraer de la tierra.
Siempre siguiendo los principios de
belleza, virtud, justicia y amor en búsqueda de una existencia totalmente armonizada
con el entorno y las demás criaturas de Dios.
Pero muchos son los tragos que
tendrán que pasar en lo que ellos imaginan una vida contemplativa y sin
preocupaciones mundanas.
¿Qué pasará cuando llegue el hambre?
¿Alguno tiene nociones de agricultura o pastoreo? ¿Qué pasará cuando llegue el
frio invierno?
Gracias a la tarea de traducción de Consuelo Rubio Alcover podemos
acercarnos a esta aventura que marcó la niñez de la autora y ver cómo se las
ingenian para subsistir.
¿Abandonaran el ideal al primer contratiempo?
Sólo con la lectura de esta gran
obra que nos ofrece Impedimenta lo
podréis descubrir.
Os invito a que la desgranéis y
reflexionéis sobre como una vida autosuficiente en un grupo de iguales a pesar
de las dificultades se va desarrollando y a la vez entender la huella que dejó
en la autora que se refleja en obras posteriores.
Gracias a su lectura y al posfacio
de Pilar Adón podréis entender un
poco mejor a la autora.
Es una obra directa, simple, amena,
llena de reflexiones…
¡No la dejéis escapar!