Por Maria Valle Viña
Andanzas
del impresor Zollinger
es una increíble fábula moral, que nos relata como bien nos dice el título las
“andanzas” de un hombre llamado August Zollinger.
Zollinger está seguro de que su
destino está en la imprenta de su pequeño pueblo natal, pero huyendo de una
gran amenaza el joven Zollinger abandona su pueblo y permanecerá lejos de él
durante siete años. Durante estos años,
Zollinger conocerá el amor verdadero en una minúscula garita de una estación de
ferrocarril, paladeará la camaradería y la amistad más fiel en las filas del
ejército, descubrirá el misterio de la naturaleza en la evanescente grandeza de
los bosques y aprenderá a valorar la dignidad de los oficios pequeños y
humildes. Con todo esto, aprenderá a ser un hombre íntegro que puede por fin
regresar a casa y convertirse en un buen impresor, el oficio que soñaba desde
su infancia.
Pablo
d’Ors es su autor,
nacido en Madrid en el seno de una familia de artistas y formado en un ambiente
cultural alemán. Es nieto del ensayista y crítico de arte Eugeni d’Ors, hijo de
una filóloga y de un médico dibujante y discípulo del monje y teólogo Elmar
Salmann. Se graduó en Nueva York y estudió filosofía y Teología en Roma, Praga
y Viena. Fue ordenado sacerdote en 1991 y fue destinado a Honduras. En busca
del silencio ha peregrinado y viajado a distintos lugares tales como
Compostela, el desierto del Sahara… Su trayectoria como escritor comienza en el
2000 con el libro de relatos “El estreno”, que inaugura su inconfundible estilo,
cómico y lírico a la vez que espiritual y sensorial. También escribe “Las ideas
puras” i “Andanzas del impresor
Zollinger” que ha sido reeditada a
los diez años de su aparición en Impedimenta.
Entre otros títulos de Pablo d’Ors
también se encuentran “El estupor y la maravilla”, “El amigo del desierto” y
“Biografía del silencio”, todos con una muy buena acogida por la crítica.
La
Editorial Impedimenta, con una
edición impecable y una introducción de Andrés Ibáñez, demuestra su especialización
en literatura y su vocación para recuperar y redescubrir obras literarias
esenciales. Un título de ellos es imprescindible en toda buena biblioteca.
La prosa de Andanzas del impresor Zollinger es bella, sin complicaciones y el
autor va al grano, no se detiene en historias sin conexión ni consecuencias.
Los personajes son una pieza fundamental en la composición del protagonista y
todos, al igual que los escenarios donde se va situando la fábula, están
cargados de simbolismos. Es una novela
optimista y con un hermoso canto a la preservación de la ilusión por la vida.
Como bien nos dice Andrés Ibáñez en la
pequeña introducción al libro “Hay algo en el ser humano, parece decirnos
Zollinger, que no cambia nunca, pase lo que pase y estemos donde estemos. Hay
una posibilidad de vivir y de experimentar la plenitud de la existencia en
cualquier lugar, en cualquier momento, con trabajo o sin trabajo, con amigos o
sin amigos, con casa o sin casa, con proyecto o sin proyecto, con
reconocimiento o sin él, algo que tiene que ver con la aceptación, con la
nobleza, con la ilusión, con la gratitud, con la capacidad de asombrarse, con
la atención cuidadosa a lo que se tiene entre manos y con el descubrimiento
tranquilo de la sorprendente belleza que tienen todas las cosas en todas
partes.
El secreto de ese algo, de cómo encontrarlo y de cómo mantenerlo es,
seguramente, uno de los propósitos de la intensa, mágica, incomparable obra
narrativa de d’Ors”.