Cristina Prada regresa a
nuestras manos tras seducirnos con la trilogía “Todas las canciones que suenan
en la radio” formada por “Todas las canciones de amor que suenan en
la radio”, “Todas las canciones de amor que aún suenan
en la radio” y “Todas las canciones de amor que siempre
sonarán en la radio” o las
novelas independientes como “La sexy caza a la chica Hitchcock” o “Las noches
en las que el cielo era de color naranja”.
Cuando nos presentó la primera
entrega de su saga “Manhattan Love” tras “Manhattan Crazy Love” nos sedujo y enamoro, con su segunda entrega
“Manhattan Exciting Love” ya no había marcha atrás y hoy finamente nos
despediremos de nuestros chicos en Manhattan
Sexy Love, una entrega que nos regala el relato corto Manhattan Lola Love, un relato que le da a Lola su lugar y que me
ha parecido demasiado corto y complejo a su vez. Toca temas muy sensibles con
gusto y corazón, creo que Lola se merecía este relato.
Esta entrega me enamoro con su
portada, el juego con el color verde y el trébol de cuatro hojas dentro de la
copa haciendo referencia a los orígenes irlandeses de nuestro protagonista,
Colin, un hombre elegante, sofisticado, guapo, irresistible y mujeriego, un
hombre que usa la sonrisa perpetua para blindar su corazón.
Colin debe evaluar una empresa para
saber si salvarla o desmontarla, lo que no se espera es encontrar una mujer
capaz de responderle con el mismo descaro que él, inteligente, seria y
demasiado formal que le ha quitado el sentido y le hará plantearse su propia
vida.
Audrey ha tenido una vida difícil,
ha luchado cada día desde sus diecisiete años para ser alguien en la vida y
demostrar su propia valía. No tiene tiempo para sí misma, el trabajo y sus
responsabilidades no le dan muchas opciones, pero lo que tiene claro es que va
a salvar la empresa.
Ninguno de los dos quiere enamorarse
ni admitirlo, todo empieza como compañeros de trabajo, amigos y la situación se
les acaba escapando de las manos hasta el punto en que Audrey empezará a vivir
la vida y florecer junto a Colin, aunque su relación parece estar evocada al
fracaso y por cada paso que dan hacia adelante dan dos hacia atrás.
Esta última parte no pierde su
picardía ni el toque picante, pero lo que más me ha gustado ha sido la
evolución de los personajes que ya conocíamos y el descubrimiento del pasado de
Colin que le ha marcado para ser como es.
La amistad es uno de los pilares
fundamentales de esta serie pero sobretodo de esta entrega ya que si la serie
se centra en la vida de Donovan, Jackson y Colin, en esta última también entran
en juego no solo sus parejas, sino las amigas de Audrey, Arizona y Mackenzie.
Si digo que es altamente adictiva me
quedo corta, cuando empiezas a leer no puedes parar y aunque en algunos
momentos te entran ganas de zarandear a nuestros protagonistas enseguida les
perdonas porque poco a poco nos van enseñando las cicatrices que llevan en el
alma.
Su prosa es fluida y ágil, las
situaciones caóticas se suceden, los diálogos son irónicos y perfilados, las
escenas calentitas no sobresaturan la trama, en definitiva, creo que es una
historia equilibrada y divertida aunque se os puede escapar alguna lagrimilla.
Esencia nos
presenta una historia con corazón, alma y sentimiento. Solo un aviso, no leáis
el final antes de empezar, sé que es muy tentador, pero NO lo hagáis.
Os dejo sus primeras páginas para
que os seduzcan con glamour.