Hoy nos reencontramos con Elísabet Benavent, o como todas sus seguidoras la conocemos
@BetaCoqueta.
La descubrimos con “Valeria en el espejo”, “En los zapatos de Valeria”, “Valeria al desnudo” y “Valeria en blanco y negro”, poco tiempo después decidió
subir la temperatura en las casas de sus lectores con “Alguien que no soy”, “Alguien como tú” y “Alguien como yo”, después nos invitó a vivir
la vida del rock con “Persiguiendo a Silvia” y “Encontrando a Silvia”, a principios del año pasado
nos regalaba “El diario de Lola” y nos alegró el invierno con
“Martina con vistas al mar” y “Martina en tierra firme” y no nos podemos olvidar de
“Mi isla”.
Hoy regresa para presentarnos una bilogía muy musical,
donde la amistad es un pilar fundamental para nuestras nuevas amigas. Fuimos canciones es un título muy
pensado y estudiado, cada capítulo viene introducido por el título de una
canción y su interprete y con un subtítulo más que elocuente sobre lo que
sucederá.
Los capítulos se van intercalando entre la voz de ella y
la de él, pero dejadme que os los presente.
Macarena es una joven que vive y trabaja, con una jefa
odiosa, en Madrid, allí vive su vida junto a sus dos grandes amigas, Jimena que
perdió en la adolescencia al amor de su vida y no lo ha vuelto a encontrar y
Adriana quien se enamoró y casó muy joven pero que a su matrimonio le falta
chispa.
Macarena es asistente de una blogger con malos modales y
tirana a más no poder, su actual follamigo Coque es como un niño pequeño con el
que conformarse hasta que una tarde se encuentra con ÉL.
Él es Leo, el amor de su vida y también su odio más
profundo, en el pasado intentaron que su relación funcionara varias veces hasta
que todo se rompió. Leo es profesor universitario de literatura y para él, su
historia con Macarena también tiene odio y rencor, aunque también buenos
momentos.
Juntos son un Big Bang, se odian con la misma intensidad
que se aman.
Esta entrega nos presenta su pasado, tal y como ellos lo
vivieron y su presente, sin olvidarnos de Jimena y Adriana quienes descubrirán por
si mismas aquello que realmente quieren pero que a la vez les asusta. El amor
no siempre es fácil, pero para estas tres amigas parece una ironía del destino.
Esta primera entrega nos deja con ganas de saber si
nuestras protagonistas tendrán un final feliz o si estropearan su vida
sentimental otra vez.
La autora juega a la perfección con caracteres dispares,
con la ironía, con la presentación de unos sentimientos a flor de piel y con
una proximidad entre el lector y sus protagonistas que se comunican vía
WhatsApp y que son el hombro donde las otras se apoyan.
Me ha recordado a sus inicios a la saga Valeria, aunque
va un paso más allá y profundiza en temas que para una parte de la sociedad son
tabús.
Sé que me estoy alargando un poco, pero no os diré nada
más, aparte de recomendaros su lectura, solo os diré que he probado de ir
compaginando la música con los capítulos pero no lo he logrado hasta una
segunda lectura, ya que este ejemplar que nos presenta Suma de letras es adictivo y cuando te das cuenta ya has leído más
de uno y de dos.