Por Ángela Sánchez Vicente
Un
crimen violento, una investigación tenaz y una resolución sorpresiva. ¿Queréis
saber de qué libro os hablamos?
En
Flor seca chocaréis con una novela
negra que no os dejará indiferentes. Altamente descriptiva y con unos personajes
muy elaborados consigue que la historia nos atrape como la tela de una araña
entre enigmas, personas en las que confiar y un aluvión de dudas.
El
descubrimiento de una mujer brutalmente asesinada y con el cuerpo parcialmente
tapado por pétalos de lavanda darán el pistoletazo de salida a una
investigación sin igual hasta llegar a la resolución del caso.
No
es de extrañar el detallismo de la juez protagonista encargada del caso y sus
ayudantes en esta misión dado que la autora, Graziella Moreno ha trabajado como funcionaria, es juez y se ha
especializado en derecho penal.
Los
procedimientos aprendidos se funden con su prosa regalándonos una trama donde
la investigación se desarrolla de una manera muy natural, fuera de los clichés
de las películas de detectives tan obvias, y con múltiples recovecos legales
que tendrán que sortear para atrapar a quien está de tan horripilante suceso.
Sofía,
nuestra nueva amiga juez junto a Rivas, Anna y Víctor nos mostraran un caso que
parece extender sus interrogantes.
Rivas
se especializará en la trama más adentrada en la corrupción y Anna y Víctor
aprenderán a dudar de todos y a no casarse con ninguna opinión ni indicio hasta
no tenerlo todo bastante atado.
¿Hay
fuerzas que impiden que la verdad salga a la luz? ¿Quién puede proteger un
suceso? ¿Puede la verdad ganarle siempre a la mentira? ¿Se hará justicia?
Gracias
a la apuesta de Alrevés podréis ir
desgranando una investigación que os dejará atónitos y os enseñará que a veces
la verdad tiene un precio y las dificultades que policías, mossos y jueces
tienen para poder hacer de este mundo un ligar más justo y con menos
delincuencia.
Si
el escenario del crimen ya os ha parecido impactante os recomendamos que
descubráis todo lo que esta novela oculta, poco a poco, paso a paso y
disfrutando de las buenas letras de la autora.
¿Queréis
ayudar a Sofía en este caso?