dijous, 8 de març del 2018

El mago que se perdió en su sombrero



Duomo Ediciones nos presenta un truco de ilusionismo, de magia de salón mezclada con la magia arcana, con trucos de prestidigitación y magia de la tierra, de la sangre y del tiempo.

Con una portada que me evocó al sombrerero loco de “Alicia en el país de las maravillas”, donde tras el sombrero como símbolo de los magos y una niebla que lo envuelve, tenemos a un protagonista que no nos revela su cara, así en sus ojos no podemos descubrir su verdadero yo, tendréis que entrar en su mundo en El mago que se perdió en su sombrero y descubrirlo.

Una historia narrada en dos tiempos, un pasado que recuerda nuestro protagonista y que le ha llevado a la vida triste, vacía y fracasada y su presente, donde el azar, la magia o la casualidad le llevaran a creer en lo que no cree y a su vez representa.

Anton es un mago, un ilusionista que ha caído casi en el olvido, su representante poco trabajo le encuentra y casi siempre acaba haciendo funciones en residencias o cumpleaños. Él había soñado a lo grande y ahora ese sueño es un espejismo en una vida que no quiere reconocer.

Tras una función y regresando hacia su hogar se adentra en el Parque Natural de Tiveden, una zona de bosque virgen escandinavo, allí un suceso inesperado le llevará a cruzarse con una niña que solo le pedirá una cosa, esté, más enfadado consigo mismo que con la niña decide no ayudarla y ese preciso momento será el inicio de su mayor y peligrosa aventura.

En el bosque conocerá a un matrimonio mayor, Gunnar y Greta quienes le explicaran la magia del bosque y aunque él no les creerá, acabará dándose cuenta que su vida ahora depende de cumplir tres pruebas decididas por la Reina, conocida como vieja Gandula.

Lo que no sabe es que no toda la magia del bosque es buena y por allí ronda el Eterno Llorón, un personaje que se cobra las lágrimas de sus presas, las cuales no regresan.

Una historia rocambolesca, narrada en capítulos muy cortos que le dan un tempo rápido y dinámico, con descripciones cuidadas y con personajes reales y otros mágicos como Zomers, Brujas, Trolls y algún que otro fantasma.

Lars Vasa Johansson nos presenta una fábula con su propia moraleja y aunque en la novela se remarca la idea de la importancia de ayudar a los demás y como esto puede afectar a nuestra propia vida, me gustaría añadir que es una oda al positivismo, si creemos que todo saldrá mal así será pero si ponemos un poco de esperanza y esfuerzo todo puede ser mejor.

Un reclamo único para los que creen en la magia, para los soñadores y para los escépticos, una novela para todos los lectores.

Divertida, amena, irónica, profunda y con lecturas entrelineas. Simplemente es como un gran truco de ilusionismo, el lector creerá que tiene entre las manos solo una novela más cuando en realidad tiene todo un mundo que se irá desplegando ante sus ojos.

Si no creéis lo que leéis aquí os dejo sus primeras páginas. Estáis a punto de descubrir el gran truco de un éxito asegurado esta temporada.