Llegamos al final de una historia
complicada emocionalmente, un triángulo amoroso que parecía muy sólido en su
primera entrega “Alguien que no soy”, que empezó a desmoronarse en “Alguien como tú” y que resurge de un torbellino con más fuerzas en Alguien como yo.
Nuestra querida @Betacoqueta,
Elísabet Benavent, nos muestra finalmente el alma de cada uno de los personajes
protagonistas de esta historia.
Hugo, el hombre que parecía frio
y que dejó de anteponerse a su propia felicidad para no dañar a su mejor amigo
y a la mujer que ama.
Alba, se ha estancado pero
comprende que hay que continuar hacia delante y que pararse no es suficiente,
ella hace su elección y aunque esto la lleve a estar sola lo prefiere antes que
mentirse a sí misma.
Nico, cara de ángel, nos mostrará
por fin sus inseguridades, su necesidad de formar parte de algo aunque con ello
hiera a lo que más quiere.
Mucho no os voy a desvelar de la
trama, no vaya a fastidiarle a alguien el final de esta trilogía “Mi elección”
después de haber sufrido, reído y amado con ellos. El final me parece muy
elegante.
Esta última entrega habla de amor
de verdad, de sacrificio y de esperanzas en el futuro, pero también profundiza
en las sombras, en la dependencia malsana entre ellos, en la comodidad de
quedarse donde estamos y a su vez la necesidad de crecer, de elegir un camino y
seguirlo, la vida está llena de momentos donde decidir no se reduce a coger un
camino, sino a dejar de lado otro.
La autora ha conseguido que
viéramos a cada uno de los personajes bajo prismas muy diferentes, en la
necesidad de formar parte de algo o de alguien, en la manera que las sombras de
los sueños de cada uno anclaban los sueños de los demás y como a veces no hay
que decidir entre lo que los demás quieren o aconsejan, hay que elegir por uno
mismo, por el hoy y el mañana, por lo que realmente se quiere y desea y luchar
por ello.
Cada vez estoy más convencida que
la autora va madurando a medida que sus novelas se van amontonando, Valeria fue
un inicio increíble, todas queríamos saber hacia dónde nos llevaba con sus
zapatos, Silvia nos sedujo con su forma de ser, con su chispa de alegría y sus
ansias de vivir y finalmente Alba nos ha demostrado que los sueños se pueden
hacer realidad si una realmente lucha por ellos.
Deseo poder leer muchas más
novelas suyas y que pueda ponerlas en mi librería junto a “En los zapatos de Valeria”, “Valeria en el espejo”, “Valeria en blanco y negro”, “Valeria al desnudo”, “Persiguiendo a Silvia” y “Encontrando a Silvia” y por supuesto esta
trilogía que nos regala Suma de letras.
Para terminar solo quería hacer
una observación, no estamos solo delante de una escritora femenina, erótico
festiva o simplemente picante, si le dais la oportunidad descubriréis que lo
picante es sola la guinda del pastel, si profundizáis descubriréis unas
historias muy actuales y profundas donde la amistad, el trabajo, el amor, y la
vida en general juegan con los protagonistas a mostrarles que nada es fácil o
regalado, pero que si luchas por ello puedes conseguirlo.