Que no panda el cúnico es el mejor título para esta novela, una apuesta
joven, fresca, dinámica y divertida que no os dejará indiferentes.
Patricia Hervías es todo un descubrimiento para mí, gracias a mi
amiga Mariana que me la recomendó, un acierto asegurado.
Nos estamos empezando a aburrir de las historias dulces y románticas donde
lo inesperado no existe y lo esperado es más de lo mismo, pues bien, en esta
novela solo podéis esperar lo inesperado porque a nuestra Ángela Chanin
particular, que no se parece en nada a la de Falcon Crest, le pasa de todo y
más.
Ángela es una joven que se ve arrastrada por su novio a perseguir el sueño
de él perdiendo el suyo y en el proceso perdiéndose ella misma.
Pedro Luis, el susodicho novio ha encontrado trabajo en Barcelona y decide
por los dos mudarse a la ciudad, Ángela dejará todo por ir con él, nuevo
trabajo, nuevos vecinos, hacer nuevos amigos, ciudad nueva… se suele decir que
el final de una etapa es el principio de otra aunque no lo sepamos y en este
caso es muy cierto.
Todo empezará en el momento en que nuestra nueva, mejor y torpe amiga
aterrice en el aeropuerto y descubra que su novio se ha marchado a Dubái por
trabajo y su relación se vaya transformando a golpe de WhatsApp.
Mientras su corazón se va separando de la razón, a Ángela le pasa de todo,
se tuerce el tobillo cuando le roban el móvil, casi muere en la oficina, se da
un golpe con la puerta del ascensor y podría continuar pero es mejor que
descubráis el motivo de sus desasosiegos. Eso sí, conocerá a Josep, amigo de un
compañero de trabajo y casualidades de la vida su vecino y aunque todo parece
surrealista el destino les tiene preparado más de un disgusto y alguna alegría.
Con capítulos intercalados de los diversos personajes la autora crea un
cuadro completo de una relación a distancia perdida en el tiempo y una
floreciente relación vecinal.
Una novela que no podréis dejar de leer, es muy adictiva, el lector
empatizará al momento con Ángela y sus momentos estelares, sin olvidarnos de
los nuevos compañeros de trabajo que aportaran dinamismo a la trama y diversos
puntos de vista sobre la vida y las relaciones y sus vecinos crearán un
ambiente donde nos sentiremos incomodos de vez en cuando pero con quienes nos
reiremos hasta llorar.
Sin olvidarnos de su padre, militar de profesión y con alma de moderno y de
su madre, una adicta a los culebrones, un dúo sin igual.
mr editores nos regalan la oportunidad de reír en tiempos de
crisis y si no me creéis aquí os dejo sus primeras páginas para que descubráis
el mundo de Ángela y sus locuras.
Recordad que cuando un WhatsApp se cierra un chat se abre.