Hace muy pocos días os hablábamos de la primera
entrega de la trilogía Mount de Meghan
March donde la acción se centraba entre las sombras del “Rey” y no hemos
podido esperar para presentaros su segunda entrega Reina.
Esta entrega empieza con un capítulo dedicado al
pasado de Mount, breve pero intenso, un preámbulo que nos ayudará a entender la
necesidad de este por estar solo y dominar todos los aspectos de su vida.
En la entrega anterior la autora nos dejaba con una
visita inesperada que presagiaba malos tiempos para nuestra protagonista Keira
pero en realidad la autora le ha dado el juego justo y necesario para descubrir
unas cuantas verdades y finiquitarlo para regresar a duelo de voluntades entre
nuestros protagonistas.
Los personajes evolucionan a marchas forzadas,
Keira descubrirá que en realidad no odia a Mount y que este tiene en el fondo
un gran corazón, dañado pero quizás con una posible capacidad de sanación.
Mount por su lado se dará cuenta que él mismo ha
caído en su propia trampa y que ahora tiene un punto débil, una mujer que le
reta, que le dice las cosas a la cara y que aunque lucha contra lo inevitable
es una fiera en los negocios y que está aprendiendo a aceptar su parte sumisa
en la cama.
Ambos tienen mucho que perder juntos, ella su
libertad y él su poder, lo que había empezado como un cobro en especies está
despertando un lado salvaje y desconocido para ambos.
No podemos olvidar que él es el Rey de Nueva
Orleans, nada pasa sin su permiso y hay más de uno que desearía destronarlo y
deshacerse de su cuerpo en las fauces de los caimanes.
Un regalo inesperado, una semana diferente hará que
ambos se vean no como rivales sino como compañeros, una ciudad mágica, un sueño
cumplido y un retorno a la realidad que se teñirá de tragedia.
Una prosa sencilla, fácil de leer y sin muchos
giros argumentales ni trucos de salón, con momentos picaros que harán subir la
temperatura, momentos irónicos y sobre todo el descubrimiento de sentimientos
hacen que el lector quede atrapado en su lectura y se emborrache de su prosa.
El juego narrativo de dos voces intercalando la de
ella y la de él le da una dimensión tridimensional dado que sabemos no solo lo
que acontece entre ellos sino también lo que piensan y lo que sienten.
La lectura de esta entrega me ha durado unas pocas
horas, es fuerte y cálida como un trago del mejor whisky escoces y te deja con
ganas de más, de poder compartirlo con un oído amigo.
Afortunadamente está por llegar su desenlace
“Deseo” que nos presentará B de bolsillo
este mismo mes. De momento os dejo sus primeras
páginas no solo del libro sino de la vida de Mount. Como spoiler os diré que
comprenderéis el juego de colores en la portada de la entrega anterior, el
negro el blanco y el dorado son más que una combinación, son un credo y un
recordatorio de la personalidad del rey.