dimecres, 1 de juliol del 2015

Los confines del silencio



“El silencio es ausencia. Como la luz en la oscuridad nos muestra lo que no hay.” 

Si os apetece estrenar esta época estival con un buen thriller no os podéis perder Los confines del silencio, una novela que lo tiene todo.

En esta obra de C. L. Taylor conoceremos a una familia aparentemente feliz, con recursos, una bonita casa y unos lazos muy estrechos. ¿Es oro todo lo que reluce?

Charlotte, la hija quinceañera entra en coma tras un accidente. En ese momento la familia parece disgregarse para nunca más ser la misma: por un lado, el padre de Charlotte cree a pies juntillas la opinión de los policías sobre un posible intento de suicidio mientras por otro lado, Susan, su madre se niega a esa idea y se dejará la vida tratando de entender que pasó con Charlotte.

Revisará su habitación, escritos, sus diarios… cualquier indicio le servirá para aferrarse a la idea de que su hija era feliz pero encontrara una inquietante frase en su diario “Esconder este secreto me está matando”. 

Susan se desmorona y siente que su relación con su hija no era tan buena ni tan sincera como ella creía y la curiosidad se apoderará de ella hasta averiguar cuál es el secreto y si puede tener relación con el accidente que la ha dejado en tan mal estado.

Susan conocerá otra cara de Charlotte mientras a su vez descubrirá sus propios reflejos en la vida de la joven.

¿Despertará del coma? ¿Averiguarán que sucedió? ¿Y la misteriosa frase? 

Poco a poco averiguareis como esta familia era una fachada de felicidad tapando enigmas y tristezas, a la vez de averiguar secretos familiares y de su entorno que solo los dejara de atormentar el día que los acepten.

¿Podrá esta familia volver a su idílica irrealidad o caerán las máscaras y buscaran una verdadera fidelidad?

De la mano de Duomo podemos desgranar la vida de esta familia y disfrutar de un thriller que ha sido todo un éxito de ventas.

¿Estamos preparados para el silencio? La angustia, el dolor… tienen sonido, suenan a nudo en la garganta, a lluvia y frío. El odio también tiene sonido, suena a gritos incrustados y la cobardía suena a murmullos atormentados. 

¡Venga va, id en busca de un ejemplar y disfrutadlo!