La última cazadora es una gran apuesta de RBA Molino, el sello más juvenil y digno en lengua castellana.
Normalmente cuando cae en mis
manos una novela juvenil espero un poco de lo mismo, los primeros amores, un
poco de magia, aventuras, historias bien estructuradas que enganchan en mayor o
menor manera, que quedan olvidados en un desván al poco tiempo o que se
transforman en éxito de masas.
Pero mi sorpresa ha sido
mayúscula, cosa que raramente me sucede con la historia que nos narra Elizabeth May en su primera novela.
Si nos fijamos en la
contraportada resalta la palabra Escocia, un lugar mágico y mítico desde
tiempos inmemoriales, piedras y runas sagradas, duendes y hadas, magia blanca y
mujeres con poderes curativos.
Un brillante escenario que ya de
por si seduce, lo que no me esperaba era la construcción del tiempo, nos
encontramos en una época al más puro estilo Jane Austen o las hermanas Brontë,
clases sociales elevadas, la hora de tomar el té, vestidos de satén y bailes
por doquier, época que choca con los avances tecnológicos que el lector va a
descubrir página a página, como equipos de sutura formados por arañas
metálicas, inventos extraordinarios como los faroles eléctricos que flotan, es
una combinación extraordinaria que gracias a la habilidad de la autora conjuga
bien y mantiene un equilibrio entre lo que el lector espera y lo que realmente
descubrirá.
Nuestra protagonista es Aileana,
una joven dama sobre la que planean rumores maliciosos sobre la muerte de su
madre, esa fatídica noche Aileana se topó con su destino, un destino escrito
con sangre y no con tafetán rosa.
Lady Aileana de día, Halconera de
noche, cazadora de hadas maliciosas y traicioneras que se alimentan de la vida
de los humanos, su meta es la venganza por el asesinato de su madre.
Su mundo ha caído a sus pies,
debe luchar y sobrevivir, debe vivir una mentira, fingir ser quien era cuando
realmente ya no es aquella inocente niña de mama.
Pero uno de sus peores temores
aparecerán cuando descubra cual es el precio de su venganza, si destruye a
aquella que mató a su madre matará al dueño de su corazón, la pregunta que
queda en el aire a la espera de una continuación, dado que la novela queda
inconclusa y en un punto de máxima tensión.
Ahora tiene la misión de reforzar
el sello que sirve de prisión para las hadas más peligrosas, su sangre, su
linaje y su inteligencia pueden salvar su mundo diurno de ser devastado por su
mundo nocturno.
Afortunadamente contará con la
ayuda de seres feéricos como su pixie, Derrick un ser de lo más entretenido y
bondadoso, aunque se achispa con la miel, Kiaran MacKay, quien sabe más de lo
que parece y adiestra a Aileana, y un vidente, del cual no os daré el nombre
sino el spoiler sería demasiado.
Si sois de aquellos que cuando se
habla de hadas piensan en Campanilla, no sabéis lo que os espera, estas hadas
viven en Edimburgo y no han venido precisamente a hacer amigos.