Érase una vez una mujer
que lo tenía todo y un chico que no tenía nada.
Érase una vez la historia
de amor entre el éxito y la duda.
Érase una vez un cuento
perfecto.
Y solo tú decides cuál es
su final.
Con estas
premisas nos reencontramos con Elísabet Benavent,
o como todas sus seguidoras la conocemos @BetaCoqueta.
La descubrimos
con “Valeria en el espejo”, “En los zapatos de Valeria”, “Valeria al desnudo” y “Valeria en blanco y negro”, poco tiempo después decidió
subir la temperatura en las casas de sus lectores con “Alguien que no soy”, “Alguien como tú” y “Alguien como yo”, después nos invitó a vivir la
vida del rock con “Persiguiendo a Silvia” y “Encontrando a Silvia”, a principios del año pasado nos
regalaba “El diario de Lola” y nos alegró el invierno con “Martina con vistas al mar” y “Martina en tierra firme” y no nos podemos olvidar de “Mi isla”, la bilogía musical “Fuimos canciones” y “Seremos recuerdos” y “Toda la verdad de mis mentiras”
Hoy regresa a
nosotras con Un cuento perfecto, una
novela que me llamo la atención nada más verlo, su portada difiere bastante de
las alegres y coloristas portadas a las que nos tiene acostumbradas. Creo que
el contrapunto entre su fondo azul oscuro, con pequeños retazos de momentos o
alusiones a ellos me recordó un álbum de fotos, donde un collage va tomando
forma a partir de pequeñas piezas y en este caso dándole un toque de glamour
con sus letras doradas. Ciertamente una vez terminada su lectura os aseguro que
si miráis su portada con atención muchos sentimientos afloraran.
Esta historia
es la de dos almas tristes en dos mundos muy distintos que por el destino, me
gusta pensarlo así, se encuentran para crear su propio mundo.
Margot es la
mayor accionista del grupo hotelero Ortega, tiene dos hermanas cómplices y una
madre, a ella mejor que la conozcáis. Margot lo ha tenido todo lo que el dinero
puede dar, un prometido perfecto, lujos, dinero, pero también una gran soledad
e inseguridad
David es un
autónomo a que han plantado de muy malas maneras, duerme en el sofá de un
amigo, tiene tres trabajos que no le llenan y su alma se refleja en unos ojos
tristes.
Estos dos
personajes cruzan sus miradas y ven en el otro alguien que sufre como él, dos
personas tristes que se comprenden a la perfección y junto a ellos haremos un
viaje introspectivo sobre la vida, el amor, las relaciones y el
autodescubrimiento. Dicen que el dinero da la felicidad, es cierto que ayuda
pero a ellos no se la da.
Dos personajes
que son como e ying y el yang, encajan a la perfección.
Viajaremos por
Madrid y por el precioso mar Egeo y sus isas, la autora nos regala unas
descripciones delicadas, cuidadas y deliciosas, y en sus capítulos se
intercalan las dos voces de nuestros protagonistas, un hecho que nos ofrece dos
puntos de vista diferentes y a su vez nos ayuda a empatizar mucho con ellos.
Su prosa es muy
fluida y su vena irónica y cómica fluye con total libertad dándole un toque
único a la novela. Sin olvidarnos de los personajes secundarios de lujo y
alguno al que os apetecería cantarle las cuarenta.
Lo más
sorprendente, el final y ahí tendréis que llegar cada uno por vuestro pie en
este maravilloso viaje que os ofrece Suma
de letras.
Aquí os dejo
sus primeras páginas, ya que no podemos salir de casa, nada mejor para hacer
nuevos amigos y descubrir nuevos lugares, aunque por desgracia a mi se me ha
hecho muy corto.