Elísabet Benavente, una asidua en nuestro blog, nos enamoró con
Valeria y sus amigas (En los zapatos de Valeria, Valeria en el espejo, Valeria en blanco y negro, Valeria al desnudo)
con Silvia nos sedujo (Persiguiendo a Silvia, Encontrando a Silvia) y con
Alba nos mostrará un mundo cambiante y diferente a los estándares reconocidos.
Hace poco os hablaba de “Alguien que no soy” la primera entrega de la
trilogía “Mi elección”, hoy continuaremos profundizando en la vida de sus protagonistas
y su triángulo amoroso en Alguien como
tú.
Nos encontramos tras una ruptura entre Nico y Hugo y Alba, los tres se
sienten heridos y dolidos, no saben cómo han llegado a esta situación ni de
quien es la culpa o si está debería recaer sobre ellos, la cuestión es que Alba
se siente culpable por lo que estuvo a punto de hacer por el enfado y la
venganza.
Cuando intenta hablar con ellos se da cuenta que no solo han roto con ella,
sino que entre ellos aparece un abismo, sabe que si en el fondo quiere arreglar
las cosas la solución no la encontrará en el fondo de una botella aunque lo
intenta con todas sus fuerzas, la sinceridad y recuperar su confianza será la
clave siempre que sea quid pro quo.
En el fondo todos saben realmente lo que pasa, se han enamorado y eso es un
problema, la relación entre los tres como estaba establecida no funciona y si
quieren intentarlo, si quieren demostrar al mundo que las parejas o tríos de
novios puede funcionar y que lo que todos consideran normal a ellos no les
basta tendrán que pelear y sufrir.
En esta entrega Hugo se va pareciendo más a Nico, está aprendiendo a
expresar sus sentimientos y os aseguro que desarmara a toda lectora en su viaje
a Nueva York con Alba (sin duda Hugo es mi preferido), Nico por su lado se
vuelve más espontaneo, más abierto y a su vez quiere marcar su territorio con
un viaje a Tailandia. Unos momentos donde el trio se transforma en dos parejas.
Elísabet Benavent consigue que aunque estés leyendo a las tantas de la
madrugada se te escape una carcajada de aquellas que podría despertar a los
vecinos, el personaje de Eva, la hermana de Alba gana protagonismo y con su
ironía, su vocabulario y desparpajo encandilará al más reticente.
El final de esta segunda parte, que no os voy a desvelar, muestra como el
amor de verdad duele, que a veces haya que elegir y que haya ciertas cosas que
son muy difíciles de compartir.
Realmente, comprendo mucho la decisión que toma Hugo, pero no me parece
justa… quizás por eso tengo ganas de ver como reconduce la situación en el
final de la trilogía.
Suma de Letras acierta de lo lindo con una autora prolífica y
que en contextos actuales toca temas profundos como la familia, los amigos, el
amor, el sexo, la profesión, el mundo y todo aquello que solemos ponernos por
montera.
Esta entrega es menos visceral que la anterior pero gana en profundidad y
me ha recordado el estilo de sus obras anteriores.
Hay que saber leer con el corazón y con la piel.