Hoy cerramos la trilogía de “La isla de las tres hermanas”,
cerramos el conjuro que se inició con “Baile en el aire” se reforzó con “Cielo y tierra” y forma un todo con Afrontar
el fuego.
El mal está acechando con más fuerza contra las tres brujas,
Nell superó su prueba mostrando su fuerza interior, Ripley lo hizo con justicia
y clemencia, ahora le toca a Mia, la más poderosa de as tres superar su prueba,
la última que cerrará el circulo o que hundirá la isla en lo más profundo del
mar para siempre destruyendo todo y a todos los que ama.
El amor, ese es el eslabón débil que Mia deberá superar, un
obstáculo que se verá en duda al volver Sam Logan a la isla, el hombre que le
rompió el corazón, aquel que estaba destinado a ella y que en su sangre también
porta la magia del agua.
Ella es fuego, él es el agua que puede sofocar las llamas,
que puede provocarla a encender su chispa con más fuerza, pero también puede
unirse a ella y crear algo nuevo y muy poderoso.
Nora Roberts se
centra en el dilema del amor y del corazón, del juego de encontrarse a
destiempo, de huir y no afrontar los propios sentimientos y mostrar una gran
turbulencia en los elementos al sincronizarse los tempos entre dos destiempos.
Sam ha regresado para ahuyentar el mal, pero sobre todo para
recuperar el amor que en su momento le fue dado y que ahora le es esquivo, el
destino de Mia y de todos dependerá de su decisión, quizás dar una segunda
oportunidad al corazón la condene a la muerte o puede que la unión de dos
mitades creé una magia blanca muy poderosa.
Debolsillo nos
invita a reencontrarnos con unos personajes que han seguido caminando juntos,
Nell y Zach, Ripley y Mac, ahora les toca a Mia y Sam.
Soy una gran lectora de esta autora y reconozco que la
trilogía se sostiene por sus personajes fuertes, bien construidos, por sus
dualidades al enfrentarse a sus propios límites y al mostrar unas cualidades
muy mundanas a personas con poderes o dones especiales, pero… si, aunque suene
raro le voy a dar un pero… la trama en sí, la idea de las tres brujas, de
romper una maldición y de la fuerza de un circulo de tres me ha recordado tanto
a la trilogía de la “Bruja Oscura” que se hace muy difícil no hacer
comparaciones, así que lo mejor es que cada una saque sus propias conclusiones.
Desde aquí os ofrezco sus primeras páginas, el inicio del
final de una historia de trescientos años y de una isla maravillosa que ojala
fuera real.
Creed en la magia de vuestros corazones.