Por Ángela Sánchez Vicente
Genial. Que buena es la sensación cuando te sientas a
escribir sobre una novela que acabas de leer y solo se te ocurren cosas
positivas y el ansia por recomendarlo es tan potente que modifica todas tus
estructuras.
No nos engañemos, a veces tener un nombre como es Cecelia Ahern entre manos es difícil ya
que está en el punto de mira dado que se espera mucho de ella después de los
éxitos mundiales como “Posdata: te quiero” y “El momento de mi vida” por
destacar algunos.
Al empezar la lectura pensé que ojalá fuera la mitad de
bueno que “Posdata: te quiero”, reconozco que lo he leído diversas veces y
siempre lloro, suspiro, me enamoro de nuevo… ¿Qué tendrá esa historia?
Este invierno vuelve con El año en que te conocí y creedme, vale mucho la pena y cumple con
las expectativas que la propia autora genera en sus fieles seguidores.
Es una novela amable, dulce, fuerte, llena de
sentimientos que traspasan las páginas y nos obligan a parar, respirar y
tomarnos sorbos de café o chocolate para seguir.
A veces se te frunce el cejo, otras se te dibuja una
sonrisa en la cara y sólo deseas que nadie te esté mirando. Para ser totalmente
sinceros es una novela que se vive.
En estas páginas conoceremos a Jasmine, una carismática
chica que sólo vive para su hermana y su trabajo hasta que la despiden y siente
que toda su vida se desmorona y se verá muy impotente y rabiosa para encontrar
una nueva ilusión o un nuevo comienzo.
Por otro lado está Matt, un chico al que ella ve desde su
casa mientras él hace su programa de radio que debe cesar su actividad después
de una entrevista demasiado escandalosa.
Ya tenemos al chico y a la chica como ingredientes
principales y una Navidad muy americana como telón de fondo.
El olor a pavo, a abeto recién cortado, el bullicio de
los comercios, el frio helador de la ciudad son el contexto ideal para que
estos dos, que en un inicio se detestan crucen la barrera del odio y se rindan
al amor y a un nuevo giro vital.
¿Qué pasará con sus corazones?
Gracias a Ediciones
B podremos vivir el día en que se conocieron y juzgar si fue una flecha
acertada del destino o un gran disparate.
Sólo os quiero hacer una advertencia: manteneros cerca de
pañuelos, preparad algo de dulce para tener a mano y alguna bebida calentita.
Es una historia tan bonita que os enganchará y no os querréis mover hasta saber
cuál es el desenlace.
Nunca una historia de amor fue tan bien narrada.
¡Id a vuestra librería de cabecera y enamoraos!