Con una estética muy característica
en su portada regresa Noelia Amarillo
para abrirnos de nuevo las puertas a una comunidad de vecinos del barrio de La
Latina, conocimos a algunos de ellos y sobre todo a Adán y Eva en “No lo llames
amor”, conocimos mejor a Gala y Rodrigo en “No lo llames pasión” y ahora
profundizaremos en la vida de Calix en No
lo llames deseo, un personaje secundario de las anteriores que nos fue
robando el corazón poco a poco con su personalidad.
Si no habéis leído las entregas
anteriores no os preocupéis, estas se pueden leer de manera independiente
aunque yo os aconsejo empezar por el principio.
Nos reencontraremos con viejos
conocidos y con algunos de nuevos, Calix acaba de salir de una relación tóxica
en la cual Verónica le había anulado totalmente como persona, ahora como un ave
fénix irá poco a poco resurgiendo de sus cenizas y reencontrándose a sí mismo
con la ayuda de Rodrigo y de sus nuevos compañeros Uriel e Iska.
Uriel es como las dos caras de una
misma moneda, puede ser un amor de chico o uno realmente cruel mientras que
Iska quien acaba de llegar a Madrid desde el pueblo descubre con ojos de niña
un mundo nuevo a sus pies, es pura dulzura, alegría y bondad.
A través de sus páginas veremos la
evolución psicológica de nuestro protagonista quien es vulnerable, apagado,
triste, reservado, bueno con todos menos consigo mismo, alguien que se siente
sucio frente al sexo y que se niega a entregarse a nadie por miedo de perderse
a sí mismo de nuevo.
Con esta novela disfrutaremos de un
paseo maravilloso por la historia del cine, sus referencias son precisas y muy
adecuadas a la situación que se recrea en el momento, un detalle que
personalmente me ha gustado mucho y que me ha obligado a recuperar algunas de
ellas.
La prosa es fluida, el vocabulario
diferenciado a los roles de los personajes y sus descripciones son detalladas,
hay ironía fina y momentos tórridos de pasión, todo ello equilibrado para dar
fluidez a la narración que mantiene un tempo un poco demasiado pausado al
principio.
Esencia nos presenta una novela no solo romántica sino que va un
paso más allá y nos muestra el camino a superar por una persona que ha sufrido
no solo por amor sino por maldad, una persona que se ha perdido a sí misma y
necesita reencontrarse y aprender de nuevo a confiar en los demás.
Un tema espinoso narrado con mucha
naturalidad y que deja entre líneas la importancia de la familia y de la
amistad.
Os dejo sus primeras páginas y si me
lo permitís también os recomiendo que leáis “Besos robados”.