Espero que estéis preparadas para que suba la temperatura,
aunque en la calle haga frio vuestros corazones se caldearan con la nueva
trilogía que nos presenta J.Kenner “El
Affaire Stark” publicada por Grijalbo.
Di mi nombre es
la primera entrega donde conoceremos a nuestros protagonistas y parte de su
pasado.
Sylvia es una trabajadora incansable, tenaz y muy lista,
pero el proyecto de su vida parece que empieza a hundirse y solo hay un hombre
que pueda salvar el proyecto que lleva entre manos, él es Jackson Steele, un
afamado arquitecto con quien tuvo más que palabras hace cinco años y por quien
su corazón aún palpita.
El pasado de Sylvia la marco profundamente, cosa que la hizo
huir de Jackson en su momento y solo cuando se liberé de sus cadenas podrá
recuperar el tiempo perdido, pero Jackson no va a ponérselo fácil, la hará
luchar contra sus propios demonios aunque ocultará los suyos propios.
No os voy a negar que esta novela es de alto voltaje, pero
me gustaría recalcar que esconde más de lo que parece y que no solo queda
tatuada la piel de Sylvia, sino que el lector empezará a comprender muchas
sombras ocultas en las pesadillas y la necesidad de controlar y aprender a
ceder el control.
La prosa rápida y fluida de la autora no deja indiferente,
sabe marcar los tempos para mostrar impaciencia, agilidad y pausas que marcan
más que grandes párrafos de palabras vacías.
Un romance de vaivén que partirá de la sed de venganza y que
dejará a nuestros protagonistas rendidos a los pies del otro con gran
honestidad.
Me gustaría dar el reconocimiento a los personajes
secundarios, sobre todo a Cass la mejor amiga de Sylvia y a Damien y Nikki
quienes intuyo tendrán mucho más papel tras el secreto que se descubre al final
de esta entrega. Una verdad que deja al lector con ganas de más.
Una novela ardiente, pasional, intensa y complicada en
sentimientos pero muy humana. Fuego líquido. Con cierta similitud a la novela
“La obsesión del millonario” de J.S.Scott.
Os dejo sus primeras páginas para que conozcáis a Sylvia y
el mundo que está a punto de desmoronarse frente a sus ojos.