Esta
obra se nos presenta como una simple recopilación de veinticinco relatos, pero
nada más lejos de la realidad, estos relatos pueden recibir muchas etiquetas,
pero la de ser simples no encaja por ningún lado.
Lur Sotena es guionista y realizador de cortos,
y trabaja la poesía visual y la fotografía conceptual. No conocía nada de su obra hasta que “Alucinario” ha caído en mis manos y me
ha mostrado parte de la mente, de la fantasía y de las aspiraciones de la mano
que los ha escrito. No hay nada más gratificante para un lector que descubrir
un talento oculto para él hasta el momento.
Mi
primera impresión después de leer la contraportada del libro fue de curiosidad,
me atrapo con una sencilla frase que esconde un todo “… en el que se construye
con habilidad un brillante caleidoscopio, una compleja cartografía de los
sueños, deseos y fantasías de los seres humanos.” A partir de ese momento
necesite descubrir más.
No
sé si el orden de publicación de los relatos es premeditado, pero si leéis el
primero titulado “La llave” estáis perdidos, habréis caído en las garras del
autor y no podréis escapar hasta finalizar todos y cada uno de ellos. Todos
muestran una gran sensibilidad y un pedacito de sueño de muchos de nosotros, se
hace realmente agradable leer entre líneas y comprobar que aunque sea en forma
de relatos cortos el regusto que queda en la mente del lector y las
cavilaciones que este se ara a posteriori alargan la sombra de la letra impresa
al imaginario personal de cada uno.
El
estilo pulcro, limpio, rico en lenguaje y con florituras poéticas llegan a
transformarlos en poesía narrada. Sentimientos de tristeza, soledad, melancolía
y muerte invaden el aire como si el libro quisiera extraer el aliento de
nuestros pulmones. Acompañado por las ilustraciones de Alfredo Montaña, de aire cubista o post-modernista, que ansían
reducir las figuras a elementos simples geométricos y todas ellas en blanco y
negro acompañan los relatos dotándoles de su propia interpretación. El único
color que observareis será el de la portada y bajo las cubiertas una página en
rojo rompe las tonalidades frías de las ilustraciones.
Los
relatos son dinámicos, con un tempo marcado allegro, ricos en descripciones de
paisajes, de personajes y del tiempo, ya sea como parte del día o estación del
año.
Una
muy buena recomendación que nos llega de la mano de la Editorial Eneida, un regalo lleno de sorpresas y emociones.
Casi
de cada relato he marcado una frase como mínimo, una sentencia que muestra una
verdad de la vida y para concluir me gustaría parafrasear una de ellas.
“No
digas nada si no es más bello que el silencio.”