Regresamos con la trilogía de Hotel Boonsboro, la semana
pasada os presentábamos “Siempre hay un mañana” y a la mayoría de sus
protagonistas.
Con su segunda entrega El
primer y último amor se mantiene la historia general, el hotel, más
reformas y planes, la familia va creciendo y los enigmas también. En esta
novela Nora Roberts se centra en
Owen, el hermano mediano, ordenado, organizador y con una hoja de cálculo en
lugar de cerebro y a Avery, su antítesis.
En el jardín de infancia habían sido novios, él le regalo un
anillo de juguete y con ello se ganó su corazón, pero la vida les llevó por
caminos muy diferentes. Tanto Avery como su padre, forman parte de alguna
manera de la familia Montgomery.
El padre de Avery era el mejor amigo del padre de los
chicos, casi se podría decir que eran cuatro hermanos y realmente la madre de
los chicos siempre ha querido como tal a Avery.
Todo parece muy tranquilo hasta que el pasado del Avery
aparece una noche por la puerta, un pasado que le provocó una herida que aún
hoy no ha cicatrizado, pero gracias a Owen y a su razonamiento más frío se irá
cerrando.
Es muy difícil para una joven intentar superar un pasado
forjado por susurros y cuchicheos sobre su propia madre, hecho que le marco el
carácter, muestra de ello podemos remarcar que a pesar de ser una autora
etiquetada como romántica, nos muestra mujeres que no están esperando que las
salven, no buscan desesperadas un hombre para casarse y no se desmayan a la
primera de cambio.
Sus protagonistas son válidas, fuertes y femeninas, al igual
que sus protagonistas masculinos no son bobos ni se creen los reyes de la
creación, son capaces de intentar comprender a las mujeres de sus vidas y no
quererlas cambiar.
Esta entrega es muy emotiva en cuanto dos amigos de toda la
vida, deben dar un paso al frente y desnudar sus corazones e inseguridades
frente al otro, juntos son el ying y el yang perfectos que se complementan, la
impulsividad y el control, los sueños y anhelos que suspiran por separado para
que juntos se cumplan.
Eso sin olvidar las grandes recetas que aprenderéis de Avery
en Vesta, el mejor restaurante de Boonsboro.
Como plus descubriremos algún que otro detalle más sobre
nuestro fantasma que vive en el Hotel, su pasado está a punto de cruzarse con
el presente de más de uno de ellos, pero creo que deberemos esperar a que
Esperanza abra su corazón.
Aquí os dejo sus primeras páginas, y aunque bien se puede
leer esta entrega sin la anterior no os lo recomiendo, una gran trilogía de las
de verdad en un formato muy Debolsillo.