Los olivos de Belchite han crecido en una tierra abonada con la
sangre derramada durante la Guerra Civil Española. Moviéndose
entre las largas sombras de la guerra que marcó a España y las batallas de
negocios de la economía global actual, es la historia de cómo el pasado
atormenta nuestras vidas, así como de las batallas que comienzan cuando finaliza la lucha.
Una novela con muchos planos y
ritmo perfecto, que se desarrolla entre España y el Reino Unido, entre viñedos
y olivos, que fusiona épocas y temas dentro del marco de una inesperada
historia de amor. Una
saga de tres mujeres que se enfrentaron al franquismo ya sus vestigios en la
actualidad.
Elena Moya nos presenta una novela muy atrevida que trata con mucho
respeto la Guerra Civil Española, mostrando las penurias de los republicanos y
como estos sobrevivieron y salieron adelante.
Como el reflejo de aquella época
no marcó tan sólo a una generación, sino a tres o cuatro, donde la visión parte
desde el propio sufrimiento y las vivencias del momento, pasa por los tabúes
familiares sobre el tema y como se empieza a hablar con más
libertad.
Por otra parte, trata diversas sociedades muy diferenciadas. La primera está representada por la familia Gratallops, burgueses catalanes con problemas familiares y empresariales. Los dos personajes más destacados por esta banda son el padre y Jordi, el hijo medio y del Opus, que descubrirá a lo largo de la novela que las cosas no son siempre lo que parecen.
Por otra parte, trata diversas sociedades muy diferenciadas. La primera está representada por la familia Gratallops, burgueses catalanes con problemas familiares y empresariales. Los dos personajes más destacados por esta banda son el padre y Jordi, el hijo medio y del Opus, que descubrirá a lo largo de la novela que las cosas no son siempre lo que parecen.
También nos habla de la familia
de María, prometida de Jordi, que viven en Belchite, y donde la abuela Basilisa
sufrió la guerra perdiendo la familia y el corazón. Una
mujer admirable que pone la piel de gallina y con la que te llegan a saltar las
lágrimas.
¿Cuántas mujeres sufrieron lo
mismo que ella? Es
la personificación de la lucha, de la perseverancia y del amor incondicional. Como lo será su
hija Conchita.
No nos podemos olvidar de la
sociedad castellana "chulesca" representada por el señor Peñaranda,
al que se le coge "tirria" muy fácilmente. Y
finalmente, la visión de la sociedad londinense en el espíritu de la Nell, una
visión más fresca y rompedora que introduce otro tema en la novela, el
lesbianismo, de una manera natural y acompasada, creando un clima de absoluta normalidad.
Una novela que refleja muy bien
el espíritu catalán, los viñedos del Penedés, la Barcelona más urbana, el Barça
y la política en referencia al Estatut.
Unas familias y sociedades que
irán construyendo un tapiz muy difícil de dejar. Una
obra que emociona, que respeta los valores fundamentales de las personas, una
novela sin tabúes y abierta a todos. Una
historia de familia, de las que a todos nos han llegado de nuestros abuelos
cuando empiezan a filosofar sobre la época de la guerra o se enfadan con los
políticos cuando salen por la televisión.
Una novela que nos acerca a
nuestros mayores y a entender muchas cosas que ellos nos quieren contar.
Trata la herida, que para muchos
todavía está abierta y lo estará hasta su último aliento, con respeto. Alabando
todo la fortaleza de los cabeza de familia, hombres y mujeres que sangraron por
sus tierras y un futuro mejor.
Esta novela que podemos encontrar
en Debolsillo se puede resumir con
muchas frases del libro, cuenta con un saber del pueblo que se agradece, por lo
que quisiera citar el espíritu que reinaba el momento:
"Esto es la
vida, todos juntos ahora y aquí"