Tras
discusiones en redacción ya os podemos acercar nuestras impresiones sobre Los herederos de la Tierra, la ansiada
vuelta de Ildefonso Falcones.
Esta
continuación de La catedral del mar
nos sitúa en la Barcelona del año 1387, todos los habitantes de la ribera
escuchan las campanas de la Catedral pero hay uno que las escucha de una manera
mucho más atenta.
Hugo,
nuestro nuevo compañero de aventuras, es hijo de un marinero fallecido que a su
corta edad trabaja en las atarazanas gracias a nuestro viejo amigo Arnau
Estanyol.
Sus sueños
nunca llegaran a buen puerto dado que la familia Puig se vengará de Arnau
Estanyol, su enemigo de siempre a través de éste.
En este
punto de una novela muy coral, Hugo se debatirá entre la lealtad a su protector
y a su necesidad de sobrevivir en una Barcelona que vive unos días muy grises
con muchas vibraciones negativas que lo harán arrimarse al sol que más calienta
sin que él lo quiera.
Poco a poco
dejará su sueño náutico y se relacionará con un empresario vitícola llamado
Mahir que le enseñará el oficio a la vez que le abrirá los ojos hacia una nueva
cultura.
Poco le
servirán los prejuicios dado que el amor de nuestro amigo hacia la hija de
Mahir será un quebradero de cabeza para su padre.
¿Qué será de
este chico? ¿Quién ganará en la batalla de venganzas? ¿Puede el amor superar
las barreras de las ideologías?
No os
desvelaremos ningún secreto ya que gracias a Debolsillo tenéis la oportunidad de descubrir la historia que
continua de uno de los booms literarios más importantes de las últimas décadas.
Es increíble
como el autor crea unas obras tan visuales y absorbentes que nos ayudan a
entender tiempos lejanos y familiarizarnos con la manera de pensar de los
hombres que pisaron la Tierra en siglos anteriores.
En cada una
de sus obras hay un elemento innovador, una vuelta de tuerca que hace de esa
novela una lectura especial, pero todas tienen en común lo que ya hemos
bautizado como el sello Falcones que nos garantiza una lectura didáctica, de
calidad, intrigante, emotiva y altamente adictiva.
Una vez
empezamos a leer tenemos la necesidad de seguir y seguir.
Creedme
cuando os decimos que estos diez años de espera han merecido la pena. Es una
obra que dentro de unos años y unos siglos aún será recordada.
No os la podéis
perder. Aquí os dejamos sus primeras páginas para que os deleitéis e
introduzcáis vuestra alma en esta nueva aventura.