dilluns, 31 d’agost del 2015

Atada



Una novela erótica contemporánea con un telón de fondo tan atractivo como el bondage japonés. 

La Editorial Esencia nos presenta la primera entrega de Dominación, saga firmada por Lorelei James, una de las autoras de novela erótica contemporánea más vendida en Estados Unidas.

Atada nos presenta a Amery Hardwich una joven que ha crecido en una familia muy religiosa y donde todo era pecado, una gran profesional que intenta sacar a flote su empresa de publicidad y gran amiga de sus amigos, tal es ese punto que cuando su amiga y empleada Molly es atracada y decide apuntarse a clases de defensa personal, Amery la acompaña apuntándose para ayudarla.

Allí, Ronin Black, el propietario del dojo, se fija en Amery de una forma intensa, de tal modo que se acerca a ella, no tan solo como instructor sino como algo más. Ronin habla poco de sí mismo, es un alma oscura con un poder letal, su aura muestra poder, confianza y una sensación de subyugación para todo aquel al que se dirige.

Cuando la química estalla entre ellos, Amery descubrirá un mundo que no sabía que existía, Ronin la llevará a límites insospechados donde su cuerpo hablará por ella y el juego de poder se equilibrará siempre a favor de él.

La autora se aleja de la sombra de Grey donde se jugaba con la corbata para mostrarnos el arte ancestral japonés del Shibari y del Kimbaku, dos tradiciones milenarias que quedan explicadas dentro de la trama donde las cuerdas crean arte sobre la piel de la mujer.

Los amigos de Amery empiezan a sospechar que algo no funciona, su amiga ha cambiado, parece depender de su sensei y ya no pasa tiempo con ellos ¿Será que está relación la absorbe?, ¿Ha cambiado para ser más libre?

Todo cambiará cuando Amery descubra un secreto de Ronin, el hombre que la hace ser más ella que nadie no le ha mostrado su él más interior, han compartido trabajo y diversión, pero cuando Amery descubre parte de la verdad no podrá hacer nada más que reflexionar sobre lo que sus amigos le han contado y alejarse de él.

En Atada he descubierto una autora que más que narrar dibuja escenas con su pluma, su continuidad es muy fluida y el juego que recae en los personajes secundarios da una gran solidez a la historia.

Una lectura que se hace corta, que deja a la lectora con ganas de más que en muy poco podremos disfrutar en “Liberada” la segunda entrega y donde quizás descubramos el poder de las segundas oportunidades, de la verdad frente a medias sombras y si el corazón puede equivocarse tanto o realmente ve más allá de lo que uno trata de mostrar.