La novela
ganadora del VII Premio Vergara – El Rincón de la Novela Romántica está firmada
por Rita Morrigan y que os aseguro
que es como el café, el primer sorbo es amargo pero cuando el paladar le coge
el gusto uno no puede dejar de tomarlo a pequeños sorbos y con una sensación de
que algo más se esconde en esa pequeña taza de oro oscuro.
Corazones en el café es la historia de Lena, una joven que creía
tenerlo todo, a punto de pasar por el altar con el que había sido su novio de
toda la vida y con un nivel social alto, pero todo cambia cuando recibe un
video de su prometido en el que ella queda cornuda y el remate de la situación
es su madre clasista que no la entiende porque realmente no la escucha.
De repente Lena
se enfrasca en su propia aventura, descubrirse a sí misma y vivir la vida, así
es como se encontrará en la bella ciudad de Buenos Aires y aunque su inicio no
es muy fácil, el destino está a punto de ponerle una nueva familia ante sus
ojos, una familia formada por Alex, quien regenta una bucólica cafetería y sus
parroquianos asiduos.
El aroma del café
unirá a Alex y Lena, una pareja que os emocionará y a su vez os hará reír con
su sarcasmo, aunque también es verdad que hay cafés muy amargos y puede que el
secreto del pasado de Lena les lleve a beber ese sorbo con premura y lágrimas.
Esta novela es
brillante, la autora conjuga a la perfección el castellano más neutro con el
argentino más puro, cada uno con su léxico y sus giros, el argot os ayudará no
solo a entrar en situación, sino a comprender mejor a los personajes.
Sus personajes
secundarios son brillantes, cada uno es diferente pero todos son sólidos y
capaces de soportar el peso del argumento creando su propio espacio para ello,
más de uno podría muy bien ser un personaje principal en otra entrega.
Estamos frente a
una trama que no solo toca el romance, la infidelidad, el clasismo y la prepotencia,
también toca aspectos como el cambio de género, la importancia de las raíces,
las diferencias y similitudes interculturales y la sabiduría de los mayores.
B de bolsillo siempre nos regala una historia que perdura en la
memoria, pero esta vez nos invita a leerla junto a una humeante taza de café,
cortado, con leche, cappuccino… cada uno lo toma de manera diferente pero todos
lo disfrutamos como preámbulo de un momento de relax.
Cruzad su puerta
verde y no podréis abandonar sus páginas hasta el final.