¿Quién dice que solo son los jóvenes los que están perdidos
y no saben qué hacer con su futuro? He aquí un ejemplo de que más de uno y tras
algún varapalo de la vida se siente solo entre la multitud, con miedo al nuevo
día y a enfrentarse a un futuro que no tenía previsto, aunque en la vida lo
previsto es muy relativo ya que el destino tiene la mala o buena costumbre de
hacernos tambalear, de cambiar nuestros esquemas día si y día también y así
obligarnos a ser más fuertes y a enfrentar a nuestros monstruos interiores.
Pita es la protagonista de Háblame bajito, una mujer triunfadora en su profesión de periodista
pero que en su vida privada se encuentra montando una casa pequeña donde solo
cabe ella ya que tras su ruptura sentimental debe empezar sola de nuevo.
Creo que en el ámbito profesional Pita tiene mucho de su
autora Macarena Berlín, las dos son
mujeres que más que hablar por hablar en la radio, lo que hacen es escuchar con
el corazón y ayudar con intención, nada vago o banal, ambas ponen la carne en
el asador para lograr llegar al oyente.
Me gustó la novela sobre todo por el título, Háblame bajito es la mejor manera de
hablar, para gritarse e imponerse no hace falta ni oyente ya que queda
eliminado, pero cuando uno habla bajito es más personal, nos cuenta una
confidencia, nos susurra al oído aquello que necesitamos escuchar y el que nos
escucha presta toda su atención, es como una relación simbiótica entre dos
almas aunque sea por radio.
Esta novela parece muy ligera y fresca, pero tiene su
contrapunto de realidad, no solo descubriremos la vida personal de Pita, su
relación con su padre o con sus tías, sus vacaciones y quién sabe si un nuevo
amor, me dejó clavada en el sillón al leer el primer capítulo donde entrevista
a uno de los supervivientes del atentado contra la redacción de Charlie Hebdo,
en ella hay veracidad y a su vez la autora consigue transmitir la pena y el
dolor del superviviente, un ejemplo de buen periodismo en estado puro.
La autora jugará con la ironía en la vida personal de la protagonista,
con entrevistas reales que crean un contexto donde el lector puede
reencontrarse, nos esconde una novela dentro de la novela y nos muestra la
importancia de luchar contra nuestros propios miedos.
Su prosa fluida, su formato incluyendo WhatsApp remarcados
en su burbujita y escrita en primera persona parece llamar la atención del
lector y pedirle que le lea despacito, aunque es difícil dejar de leer.
Suma de Letras
nos presenta un vida llena de altos y bajos, cercana, actual en la cual más de
uno se puede ver reflejado. Si esta novela fuera radiofónica, como en la época
de nuestras abuelas, muy pocas nos quedaríamos sin escucharla ni comentarla con
las amigas.
Aquí os dejo un fragmento, leedla y escuchad el latido del
corazón que se esconde entre sus páginas.
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