Hace muy poco fui seducida por “Tras una máscara” de Stella Knightley, en ella conocí no solo la vida de la que fuera
cortesana en Venecia Luciana Giordano sino a la joven Sarah, una persona
trabajadora y entusiasta de la historia quien a través del estudio del diario
de Luciana descubrió muchos aspectos de su vida.
En el proceso cayo rendida a los encantos de Marco Donato, un hombre al que
no ha visto nunca pero a quien abre su corazón aunque no resulte como ella
quería.
Tras este desengaño y una vez terminada la tesis Sarah recibe la oferta de
asesorar en una película que se rodara en Paris sobre la vida de Augustine
Levert, una joven inocente, sensible y romántica que se verá traicionada en la
vida y quedará al amparo de Arlette, la cortesana favorita de la época.
La vida de Augustine transcurría trabajando de sirvienta en su casa, hasta
que en una de las visitas de los “amigos” de su señora conoció a Remi
Sauvageon, a quien le entrego su corazón.
En Tras un abanico descubriremos
como Remi no cumple con sus promesas y la joven Augustine se verá llevada por
el camino de la perdición aprendiendo de la que fue su señora.
En este momento descubriremos que el amor puede ser fiel y eterno, que un
corazón puede estar roto, pero que a finales del siglo XVIII lo importante era
poder comer, tener un techo y que si la belleza acompañaba pero la fortuna no
existía lo mejor era tener un protector aunque en sus manos solo fueras una
muñeca de porcelana.
Sarah decide que para documentarse bien necesita saber más cosas sobre Remi
y la casualidad, el destino o alguien que mueve los hilos la volverá a llevar a
la biblioteca del Palazzo de Donato ¿Podrá recuperarle o lo perderá para
siempre?
Esencia nos presenta esta segunda entrega que se puede
leer de manera independiente, aunque se pierden matices, dado que la autora nos
recuerda que sucedió con anterioridad, ya sea con reflexiones o con sueños
donde Sarah fantasea con su desconocido Marco y calienta el ambiente.
La recreación de la época, las descripciones y los pequeños detalles hacen
que el lector sienta una gran empatía por las dos jóvenes, no importa que sus
historias disten en el tiempo, las dos son jóvenes que entregaron su corazón
por amor y este murió lentamente y en agonía.
Las situaciones detalladas en el diario de Augustine son muy crudas y
muestran como la vida de una cortesana no solo era recibir amantes generosos,
también muestra a hombres crueles y como teniendo todo lo material estas se
podían sentir solas dependiendo de la voluntad de otro.
Lástima que el miedo, las verdades a medias y la desconfianza hagan
infelices a dos jóvenes parejas.
Afortunadamente en muy pocos días podremos acompañar a Sarah a Berlín en
“Tras el telón”, quizás allí sea capaz de olvidar o de encontrar finalmente
aquello que realmente su corazón desea.
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