Con una portada de extremada belleza, sensibilidad y
feminismo encontramos La ladrona de
coral, una joya incatalogable por su extensa y valiosa combinación de
géneros.
Para describirla rápidamente: sublime, innovadora,
interesante, dinámica, enigmática y brillante. Es tan asombrosa como contemplar
un arrecife de coral, tan frágil y tan valioso.
Con esta historia nos transportamos al París derrotado
por Napoleón y sus tropas con un toque de nostalgia por lo perdido a la vez que
con chispas de picaresca que se encienden para dar un nuevo sentido a las vidas
de los habitantes de una ciudad apagada y sumida en las sombras del esplendor.
Daniel, el que será uno de nuestros guías en esta
fascinante aventura, es un estudiante de medicina que en este momento sólo tiene
dos posesiones de valor: sus cartas de recomendación y unas muestras muy
extrañas de coral.
Poco le durarán las posesiones pues la pícara Lucienne se
las sustraerá. ¿Con qué fin? ¿Cuán valiosas son dichas muestras? ¿Las
recuperará Daniel antes de su entrevista con el Doctor Cuvier?
Muchas preguntas que se desvelan en el devenir de la
novela narrada de una manera sin igual por Rebecca
Stott, una apasionada de las ciencias que sabe dotar a la historia con una
gran base documental histórica, científica y a la vez la carga de misterio,
romanticismo y un trasfondo ético que resuena en nuestras mentes.
A decir verdad es una novela que no deja indiferente y
llama la atención que por una vez sea ella, la protagonista, la que lleve el
peso de la trama más policial y misteriosa teniendo en vilo al joven doctor.
Una mujer actual, arriesgada, expeditiva, poco temerosa y con mucha vitalidad
que nos traspasará la piel en más de una ocasión.
¿Puede llegar a pasar algo entre ellos? ¿Saben algo que
va más allá de lo que ellos mismos creen?
A la llegada del jefe de policía Henri Jagot y a la
persecución que somete a Lucienne son detonantes para que el joven estudiante a
médico desee protegerla a ella, a sus muestras y a su secreto.
¿No os parece un plan perfecto para este octubre en que
las hojas secas empiezan a caer y los chubascos se hacen cada vez más
frecuentes?
Una vez más, gracias a Duomo tenemos entre manos un libro que es un tesoro y sus páginas
son panes de oro. Es espeluznantemente bella, intrigante y con ese toque
decadente del París del siglo XIX que le da unos matices únicos.
¡Animaos e id en busca de la ladrona de coral!
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