Queridas Guerreras, que
largo se hace el tiempo entre entregas y que rápido pasa mientras tenemos entre
manos la novela que nos invita a reencontrarnos con nuestros fuertes guerreros
y sus aguerridas esposas.
“Deseo concedido” fue el
primer título de esta saga y tal y como reza su nombre concede el deseo de
vivir intensamente en unas tierras y épocas lejanas acompañando a mujeres
fuertes frente un mundo de hombres, “Desde donde se domine la llanura” nos
invitó a descubrir el amor verdadero y la lucha por conseguirlo, “Siempre te encontraré” terminó con todo el azúcar de Escocia y hoy, finalmente Megan Maxwell nos regala Una flor para otra flor, un piropo, una
promesa, una metáfora de igualdad.
Voy a intentar ser los
más comedida posible pero ya auguro que me va a costar mucho, han pasado los
años y ese niño que metía en líos a sus hermanas con sus travesuras ha crecido
y se ha hecho un hombre de los pies a la cabeza, Zac es apuesto, mujeriego,
ligón, cabezota y un gran laird, y en lo referente a su corazón, desde el
momento que conoció a Sandra lo perdió, ahora tendrá la oportunidad de
ganárselo o perderlo para siempre.
Sandra es terca,
luchadora, una guerrera con gran corazón que ya ha despachado a cuatro
prometidos ingleses, su sangre tira a Escocia, a un joven Zac en cuyos ojos se perdió tan solo conocerlo,
pero su abuelo y su primo le harán la vida imposible, ella se debate entre su
madre y el respeto a su abuelo y su corazón.
Un inicio rápido en su
presentación que marcará la desazón en el corazón de sus lectoras, junto a
Sandra sufriremos, lloraremos y nos emocionaremos, sin olvidar que una guerrera
lucha hasta el final para proteger a los suyos, y en este caso esto incluye a
Angela y Kieran, a Zac, a Duncan y Megan, Niall y Gillian y Lolach y Shelma,
quien por fin nos demostrará sus dotes de guerrera, quizás no con un arco o una
espada, pero os sorprenderá con su inteligencia.
Una entrega en la que
podremos contar con todos los protagonistas que poco a poco se han hecho un
hueco en nuestros corazones, cada vez son más, ellos contra las locas
decisiones de ellas, pero esa tónica, ese tira y afloja entre parejas y
hermanos de una solidez increíble a la historia y un apoyo constante a la trama
de los protagonistas.
Venganza, ira,
asesinatos, amor, romance, amistad, lealtad, dos caras de la misma moneda en la
que Sandra y Zac deberán jugar a lanzarla y descubrir si realmente Zac quiere a
una guerrera o prefiere a una damisela y si Sandra está mejor sola dependiendo
de si misma o compartiendo la carga con Zac, el amor de su vida.
Una novela que se lee de
un tirón, es tan adictiva que en cuanto cierras la última página no puedes
dejar pasar la oportunidad de repasar capítulos de todas las entregas
anteriores, dado que la autora hace hincapié en las tramas ya sucedidas y
produce un efecto de añoranza y lejanía con los protagonistas, como eran al
principio que no hay más remedio que revivirlo página a página.
Esencia cuenta entre sus filas a la autora del momento, a la Jefa Guerrera, a la
mujer capaz de sonrojar y hacer latir al corazón más frio y a su vez mostrar la
más amplia humanidad del corazón.
Espero que pronto
contemos con una nueva guerrera que le ponga las cosas complicadas al bueno de
Aiden, un truhan que le conviene encontrar la horma de su zapato.
Mientras os dejo aquí sus
primeras páginas para que os reencontréis con Sandra y Zac.
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