Por Ángela Sánchez Vicente
Hoy os presentamos el segundo volumen de la Dinastía Penhallow y que continua con la calidad, estructura y sello personal que nos mostró en Puedes besar a la novia.
Siguiendo la estela de la familia Penhallow y sus peculiaridades volvemos a conocer a un soltero de oro que debe sentar cabeza por imposición.
Alasdair Penhallow es de todo menos responsable y ordenado. Es un muchacho atractivo, fiestero, mujeriego, díscolo, poco formal… pero a la vez es encantador y su corazón guarda un gran secreto al que pocos, o mejor dicho, pocas podrán llegar.
En Sí, quiero, Milord este joven de treinta y cinco años conocerá a Fiona Douglass, una chica vivaz que siempre ha sacrificado su felicidad en pro de sus hermanas pero que a pesar de no tener quien la pretenda siempre guarda en su interior una gran fuerza que la hace creer en el amor más puro para despertar su corazón.
¿Serán el uno para el otro?
Él recurre a sus amigos para que le presenten mujeres y así decidir con cual se quiere casar y tener descendencia pero el encuentro con Fiona le romperá todos sus esquemas.
Ella con sus respuestas y comportamientos le saca de quicio a la vez que se vuelve indispensable para su vida.
Él no sabía que se podía enamorar y ella creía que nadie la amaría como él pero tienen que encontrar un equilibrio y crear un vínculo sano desde la sinceridad.
A pesar de arrancar su historia de amor por conveniencia las tierras de los Highlands serán testimonios de como este amor crece y crece hasta que no les cabe en el pecho se les escapa de las manos.
Sin quererlo se han enamorado.
¿Cómo seguirán sus vidas a partir de este sentimiento?
Todo ello con unos giros que sorprenden y van más allá de la novela rosa y un ritmo frenético.
¿Queréis ser testimonios de este amor?
¡Ya esperamos la próxima entrega con ansias!
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