Nora Roberts vuelve a sus paisajes de pueblos tranquilos, con un lago cerca, con familias grandes donde todos se conocen para presentarnos una trama con un principio nada amable y que os llenará los ojos de lágrimas en más de una ocasión.
Todo lo que no ves nos presenta una portada que es a su vez un principio y un final, un amanecer o un atardecer sobre un lago tranquilo, donde el agua está en calma pero lo que importa, como dice el título es lo que no nos está enseñando.
La historia arranca con un matrimonio perfecto, un gran cirujano, su esposa perfecta y florero y dos hijos obedientes y educados, ¿qué es lo que no vemos? La respuesta es un matrimonio viciado y unos hijos asustados y maltratados.
Zane es solo un niño cuando todo empieza y un adolescente cuando intenta proteger con todas sus fuerzas a su hermana Britt, un suceso desencadenará lo que parece el fin pero lo que realmente es un principio para ellos gracias a su tía Emily, a un policía Lee y a Dave, el padre de su mejor amigo. No os voy a dar más detalles de este punto.
Años después Zane es abogado y decide volver a casa, a Lakeview Terrace donde vive su familia y allí conocerá a Darby, la historia de Darby es parecida a la de Zane, ex marido maltratador, una perdida (que ahí es el único fallo que encuentro en la novela porque nos desvela al final de ella algo que se intuye desde el primer momento quitando la sorpresa) y su fortaleza para empezar de nuevo.
Dos protagonistas que llevan el dolor en el alma pero que ello les enseño a ser fuertes, buenos, generosos y lo que empieza siendo una amistad se convierte en un romance sin darse ni cuenta.
No todo será fácil y menos aun cuando los fantasmas el pasado regresan, en este aspecto me encanta Darby es pequeña pero matona.
Estamos delante de una historia bonita con su toque negro, con el dolor de un pasado y la esperanza de un futuro, donde la lealtad, la amistad y la familia que te quiere de verdad será el puntal de una nueva vida.
Dos historias duras que se cruzan con otras secundarias que merecen la pena ser escuchadas.
La prosa de la autora mantiene un tempo tranquilo, las descripciones de los paisajes y de los personajes os transportarán a un jardín maravilloso de flores, sus personajes son sólidos y la dureza de algunos fragmentos por desgracia es demasiado real.
Suma de letras y Debolsillo nos presentan una historia donde lo que realmente importa es el ahora, el futuro llegará y el pasado no puede ni debe anclarlos en una vida que ya no es suya, han cambiado y evolucionado. Ahora todos son distintos.
Aquí os dejo sus primeras páginas, yo no he podido dejar de leer.
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