No a todos les gusta el mismo
negro en el género negro y ello en Delito
lo tienen muy en cuenta y no encontraréis entre sus títulos dos novelas
similares ni por casualidad.
Hoy hablaremos de Lemmings, para aquellos ya mayorcitos
el título por sí mismo nos lleva a los años noventa y aquel videojuego
repetitivo que nos enganchaba, pero los lemmings también son unos roedores del
ártico con una naturaleza solitaria, si consideramos el título como una
metáfora donde se combinan los dos conceptos tenemos algo diferente y a la vez
muy potente.
Jordi
Dausà Mascort nos presenta una imagen rocambolesca
y aterradora, nuestro protagonista de quien no sabemos su nombre y ni él mismo
lo sabe, se despierta en una nave industrial, herido y cerca de él hay dos
cuerpos sin vida, uno de ellos con los bolsillos llenos de dinero.
Nuestro nuevo amigo, no
recuerda que ha pasado, no sabe si es una víctima o un verdugo, así que cogerá
el dinero y huirá de aquel lugar tan frío y lleno de muerte en busca de sí
mismo.
Una historia escrita en
segunda persona, donde el lector es interpelado a descubrir junto con el
protagonista quien es, así, poco a poco y con flashes iremos descubriendo desde
su infancia hasta el momento en que se ha despertado. Todo lo que le ha llevado
a ser quien es, sus errores y sus aciertos.
En el transcurso de la
historia, el autor hace un retrato a una sociedad deprimida, tóxica y sórdida,
donde se irán reuniendo lo peor de cada casa y con una autenticidad que deja
helado.
Una historia de violencia,
donde los puñetazos marcarán un tempo más rápido que las palabras, con una
prosa fluida y muy adecuada a los personajes, los cuales con gran solidez le
dan carácter a la novela.
Su punto fuerte a destacar es
como nuestro protagonista debe hacer encajar las piezas de su propia vida y
descubrir quién es en realidad, saber si su vida forma parte de un mundo
sórdido y oscuro o si por otra parte es un inocente que se encontraba en el
lugar y momento inadecuado.
Una novela muy visual sobre un
mundo en las sombras. Perdonad que no os diga quién es nuestro protagonista o a
que se dedica, ya que sería un crimen aplastar un camino en busca de la propia
identidad.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada