Por Ángela Sánchez Vicente
Si
sois amantes de la novela negra os aseguro que estáis de enhorabuena. El título
que hoy os presentamos es oro.
Daniel Vázquez Sallés del que ya conocemos títulos como “El
Intruso”, “La fiesta ha terminado”, “Si levantara la cabeza”, “Flores negras
para Roddick”, “Comer con los ojos” y la aclamada “Recuerdos sin retorno”,
vuelve con más fuerza narrativa que nunca.
Esta
novela negra es profundamente reflexiva sobre el ser humano, el amor y la
capacidad de amar.
Seguro
que estereotipamos a los malos de los libros como personas sin sentimientos e
incluso como personas con un corazón incapaz de sentir pero… ¿Y si uno de ellos
lo hiciera todo en nombre del amor?
Tampoco
le perdonamos pero intentemos entender su personalidad, su vida y su psique.
En
la novela Lena encontraremos a un
joven Martín que a sus tiernos doce años le promete su amor incondicional a la
bella Lena. Lo que no sabe es que es un amor con peaje y se tendrá que
convertir en un asesino a sueldo.
Los
años pasan y Lena es una autora que no se siente muy bien reconocida y Martín
intentará que sus sueños sean órdenes para él envolviéndose en un amor tóxico y
venenoso que le calará los huesos.
Tendrá
que ser Knopfler pero para él todo se justifica si el fin de ello es tener a
Lena.
También
su corazón es como un motor que todo el tiempo busca y busca… busca encontrar a
alguien a quien amar, busca que los ojos de Lena le miren y le deseen.
Teniendo
esta premisa y debate moral acompañado de dos protagonistas con una psicología
muy trabajada nada puede fallar en esta novela que surge de la pluma fluida de Daniel Vázquez Sallés.
Además
está ambientada en la ciudad de Barcelona, en sus rincones más disparen para
mostrarnos a su vez desde los escenarios otros personajes que completan esta
aventura loca.
Es
un cóctel perfecto que no os podéis perder.
¿Acabarán
juntos? ¿Hasta dónde llegará Martín? ¿Cómo acabará este loco enamorado? ¿Quién
es el criminal en esta historia?
Sólo
al desgranar esta estupenda obra que nos ofrece Alrevés lo descubriréis.
Y
recordad: Uno puede estar ciego gran parte del viaje pero tarde o temprano
empieza a ver el camino. Uno puede estar perdido, pero buscar el camino ya es
parte de encontrarlo.
Venga,
id a las librerías y apostad por esta obra.
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