Por Ángela Sánchez Vicente
Si
sois amantes de las novelas que os sacuden y os dejan el corazón lleno de
sensaciones os tenéis que lanzar al nuevo éxito de la aclamada Tracy Chevalier.
Después
de su éxito mundial con La joven de la
perla y con una pasión por las letras y las historias movilizadoras llega
con un canto a la vida y a la naturaleza.
En
La voz de los árboles descubriréis a
una familia que a través de los árboles y más concretamente a través de sus
manzanos extienden sus raíces y sus hojas para contarnos su legado familiar a
la vez que un marco histórico muy concreto documentado a la perfección y con
suma meticulosidad.
La
familia Goodenough deja atrás la Nueva Inglaterra del siglo XIX para instalarse
en los pantanos de Ohio. Sólo se llevarán con ellos las ramas y semillas de sus
manzanos, ese emblema de su familia.
Emblema
de la tierra que aman y en el que de alguna manera han escrito su nombre y su
suerte empapando sus raíces de sudor, lágrimas y algo de su propia sangre.
Han
crecido a la sombra del manzano y éste ha sido testimonio de todas sus alegrías
y sus penas. Nunca esperaron que las manzanas pudieran llegar a sembrar
diferencias entre ellos.
James
adora las manzanas dulces pero Sadie prefiere refugiarse en la sidra, desde
este punto que parece no tener retorno se erige un cisma en la familia que los
afecta a ellos mismos y a sus hijos.
Robert,
el pequeño de ellos desplegará su historia en California donde se ve obligado a
marchar por distintas circunstancias. Él y su nuevo amor de la mano de una
entrañable cocinera le conducirán a poseer y cuidar preciosas secuoyas.
Poco
a poco sus verdades salen a la luz en una novela que planta una semilla en
nuestro imaginario y crece sin límites hasta la última página, hasta
convertirse en un gran árbol que ha crecido sano y con gran belleza pues la
autora tiene la fórmula secreta para construir historias que nos enamoran y nos
hacen reflexionar sobre la valía humana y nosotros mismos.
No
se puede salir ileso de esta lectura.
Las
historias personales se despliegan a medida que avanzamos con un ritmo sutil
que a la vez acompaña el contexto social e histórico americano centrado en la
fiebre del oro.
Es
una obra de oro que merece su reconocimiento y será una de las mejores novelas
de este otoño.
Parece
simple construir a través de un elemento que se convierte en protagonista toda
una historia pero sin la maestría de la autora y su facilidad a la hora de
crear aventuras situadas en espacios y tiempos concretos no sería posible.
Desde
la historia bíblica de Adán y Eva, el cuento de Blancanieves de los hermanos
Grimm o Las tres manzanas de oro de Nathaniel Hawthorne no
habíamos tenido entre manos una novela tan impactante a través de este
elemento.
De
la mano de Duomo podemos disfrutar
de la novela del otoño.
¿A
qué esperáis?
Una
ración de tarta de manzana y un zumito de este fruto son los compañeros
perfectos para esta lectura tan profunda e inmensa.
¡No
os la perdáis!
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