Por María Valle Viña
Hoy
Impedimenta nos trae una historia de
una familia inusual, de la mano de Dragan
Velekic, el narrador serbio más importante del momento. Nos presenta las
vidas de unos personajes que intentan recuperarse tras la guerra de Yugoslavia.
Miljan
es un restaurador que huyó de su Belgrado natal para instalarse en Viena
abandonando a su hijo recién nacido y se ocupa de su nieto. Marija, una
filóloga con pánico a la soledad, a Marko, un novelista frustrado que escribe
una “guía para evitar disgustos”. Kristina, cumpliendo una profecía que una
adivina le lanzó la noche de su graduación, cruza “el agua grande” para
comenzar de nuevo en Boston.
Bonavia es la historia de un viaje que son
muchos viajes, de una huida que nos conduce al lugar del que partimos y de lo
que una generación deja, involuntariamente, a su sucesora. Un laberinto que nos
demuestra que, aunque nos esforcemos en borrarlo, el pasado siempre vuelve.
Una
historia intensa, con un fuerte poder para hacernos sentir las historias que se
van tejiendo entre los personajes y sus vidas, una novela que emociona e
impacta y que nos habla de una realidad dura y complicada.
A
través de los destinos entrecruzados de sus personajes, Bonavia explora, las consecuencias humanas del colapso y la
disolución de un país.
Amores, desamores, generaciones y naciones, una familia y los
estertores de la Guerra de Yugoslavia de fondo. Una de las grandes novelas
europeas de los últimos años.
Dragan Velikic es, como decía al inicio, uno de los
escritores serbios con más proyección del panorama actual. Licenciado en
Literatura Comparada y Teoría Literaria, comenzó a trabajar como editor de
Radio B92.
En
2007 obtuvo el galardón más prestigioso de su país, el premio NIN a la mejor
novela del año con “La aventura rusa” y en 2015 con “El forense”. Ha publicado
más de una decena de novelas, que han sido traducidas a quince idiomas. En
castellano ha publicado su novela “Plaza de Dante” y actualmente la Bonavia, la novela que hoy os
presentamos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada