Hay tumbas que no quieren ser
descubiertas. 1922. El arqueólogo Howard Carter ha mostrado al mundo uno de los
secretos más bien guardados del Antiguo Egipto: la tumba de Tutankhamón, el
Faraón niño. Acompañado de su mecenas y gran amigo Lord Carnarvon y su hija
Lady Evelyn, una joven tenaz y muy inteligente en quien se depositará un gran
secreto que podría hacer temblar los conocimientos sobre la historia de
Tutankhamón, llamado “Faraón, Vida, Salud y Prosperidad” y de su padre
Akhenatón, el hereje según algunos debido al culto al Dios solar Atón, un faraón
que fue asesinado por fanáticos religiosos marcando la historia de manera trágica.
Tras encontrar una lasca en el
Valle de los Reyes, Carter está seguro que bajo sus pies descansa una tumba no encontrada,
una tumba que ha permanecido intacta con el paso de los siglos, un lugar que fue
sellado con sangre y que quizás sería mejor olvidar.
En La tumba perdida se entrelazan las dos historias que avanzan paralelas
aunque distan milenios entre ellas. La historia central se inicia en 1922 y se
extiende durante décadas mostrándonos como funciona la excavación, que se fue
encontrando, y sobre todo como la trama se complica con los complots del propio
gobierno egipcio, en manos de Jehir Bey, para controlar los descubrimientos y
enriquecerse en el mercado negro, acción totalmente rechazada por la expedición
de Lord Carnarvon y de su compañero Carter.
Carter, aun siendo británico siente
Egipto en la sangre, tiene un don para los descubrimientos y para el trabajo de
campo, pero lo que más destacaría de él es su inteligencia, sabe capear los
temporales burocráticos hasta llevar los asuntos a su terreno. Es en parte un
gran estratega.
Nacho Ares a medida que nos
desvela nuevos descubrimientos, intercala la historia del Faraón niño, de las
pretensiones de sus enemigos, de sus relaciones familiares y destaca como se
relaciona con los hombres de su confianza, sobre todo con Maya. Estos breves
períodos se centran en la construcción del lugar que descubren Carter y
compañía y los planes secretos de Tutankhamón para trasladar la momia de su padre
al Valle de los Reyes, lugar al cual pertenece.
La historia que nos presenta Debolsillo es fiel a los datos que
podremos encontrar en artículos históricos, libros de texto o Wikipedia, cosa
que facilita la situación de algunos párrafos, aunque es en su narración donde
se entrevé la pasión del autor por la historia y su ferviente deseo de hacerla llegar
a todos. Casi lo podríamos comparar con Carter y la edición del libro con el descubrimiento.
Una novela muy recomendable para los amantes de la Historia Antigua, pero no por
este motivo poco recomendable a los lectores de novelas de aventuras y de
conspiraciones políticas. Una antigua aventura que no os dejará indiferentes.
Es vital, dinámica y en ciertos aspectos fresca.
Aquí os dejo un fragmento de una
historia perdida en las arenas del tiempo.
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