Maldita literatura

Por Ángela Sánchez Vicente

 

Estamos una vez más con un libro de Lur Sotuela entre manos y todos los integrantes de la redacción han querido meter la nariz en este nuevo regalo.

Todos estamos de acuerdo afirmando que es una joya de la literatura y a la vez un gran homenaje a ella de una manera particular, directa, humanizada y con el sello característico del autor.

No os podéis perder Maldita literatura. Si ya habéis leído sus obras anteriores como por ejemplo “Alucinario”; “Crónicas de lo imposible”, “Una isla cualquiera” o “El descubrimiento de la soledad” ya debéis formar parte de sus incondicionales y habéis descubierto ese no sé qué que nos encanta de su prosa.

Una prosa que busca la palabra justa y se ciñe a las emociones de sus personajes, una oda a las buenas letras con fuerte crítica social y su voluntad de alzar la voz para mostrarnos cosas nuevas en las que antes no nos habíamos fijado y ahora nos toca reflexionar.

Son obras adictivas, sorpresivas, diferentes y narradas con mucho talento.

En este caso en concreto se dedica a desmitificar y descontextualizar todo aquello preestablecido abriendo nuevas puertas a la imaginación sin perder de vista la veracidad.

Nos mezcla autores y personajes y destaca sus características principales para enseñarnos un nuevo mundo y criticar de paso un poco el nuestro y la manera en que percibimos la sociedad.

De buenas a primeras suena un poco extraño… “vidas imaginarias de escritores iconoclastas y heterodoxos” pero con su pluma ágil y llena de verdades nos ofrece una visión poética y singular del mundo.

Todas las historias son geniales y se puede extraer una enseñanza; nosotros os destacamos Katherine le Grass, bruja; Larry Kulpek, viajero y París Morel, enamorado.

Cada uno tiene a sus favoritos. ¿Cuál es el vuestro?

Gracias a Eneida y a su fiel apuesta por tan talentoso autor podéis descubrir esta joya de la literatura.

Os aseguramos que es una gran opción. Venga va, Lur Sotuela os ha organizado una cita con muchos personajes que deseareis conocer y no os dejaran impávidos.

¿A qué esperáis?