dimecres, 11 de gener del 2017

Lo que nos queda de la muerte



Por Ángela Sánchez Vicente


Hoy os queremos sorprender y mucho. No hay nada mejor para empezar el año que leer una buena novela negra. 

Y si esa novela negra ha de ser profunda, inquietante, con fondo social y muy bien narrada tiene que ser Lo que nos queda de la muerte.

Al llegar este libro a La Petita Llibreria me propuse quedármelo yo para poder reseñarlo y paradojas de la vida me ha dejado sin palabras.

No sé con qué otros autores compararlo ya que creo que él mismo es único y ha creado un sello de calidad que lo hace irremplazable y lo aleja de los clichés gastados y pasados de moda.

Eso sí, tengo una larga lista de puntos positivos y adjetivos calificativos que os pasaré a explicar brevemente dado que lo bueno de esta obra es contar lo justo para que queráis leerlo vosotros también y os podáis hacer una idea de la grandeza de esta aventura a la vez que podréis saborear una de las novelas de la temporada.

La historia que nos cuenta Jordi Ledesma arranca en los años noventa cuando la costa Mediterránea vive un boom urbanístico.

La muerte de un joven altera la paz de ese lugar, todos se vuelven hostiles con el vecino y la voz del narrador pone el foco en pequeños detalles que no abren las puertas a debates tanto sobre el caso en si como sobre la condición humana.

Son pocos y se conocen mucho por eso está muy bien buscado el narrador omnisciente que sabe todo pero lo deja caer en pequeñas gotas justo cuando se necesita.

El pueblo va evolucionando poco a poco y eso se muestra desde pequeños actos cotidianos como a grandes cambios pero todo les aleja de la verdad a la vez que les marca de manera muy profunda y sin quererlo.

Gracias a la gentileza de Alrevés tenemos entre manos una novela en que la intriga por la muerte de un joven marca a toda una población y nos mostrará una a una toda sus miserias.

¿Hay habitantes preferentes? ¿Es lo mismo estar en primera línea del mar que en la segunda? ¿Por qué les ha marcado tanto esta muerte? ¿Cuál es el precio que hay que pagar por la verdad?

La omnisciencia que los mueve como títeres junto con las metáforas y licencias del autor nos lleva de paseo por un sitio bien bonito pero que ha cambiado para siempre.

La gente ya no es la misma y todos esconden algo.

¿Los queréis conocer?

¡Realmente vale la pena descubrir este entorno y lo que se cuece en él!


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