Loca me ha dejado Megan Maxwell
con Melocotón loco, nadie como ella
para mostrarnos una comedia romántica que podría haber terminado en tragedia y
dos corazones rotos.
Un incendio en casa de Encarna, la vecina mayor y la más salada que os
podáis encontrar, hace que los bomberos aparezcan en el edificio donde viven
Ana Y Nekane, dos jóvenes que se dedican a la fotografía.
En el momento en que el objetivo de Ana captura a Rodrigo, el bombero que
salvará a su vecina, el obturador de su corazón se atrancara.
Rodrigo y su compañero Calvin quedan con las chicas y mientras entre Nekane
y Calvin surge una chispa que acabará avivando un gran fuego, entre Rodrigo y
Ana el amor aparece a destiempo.
Ana es una joven que vive por su cuenta, tiene su trabajo y que no menciona
la importancia de su familia, ella solo quiere ser ella, pero en cuanto conoce
a Rodrigo su mundo se pone del revés.
Rodrigo es un picaflor, no se compromete con ninguna chica, las conquista
con su sonrisa y después de una o varias noches si te he visto no me acuerdo.
Es leal y protector con aquellos que le importan, pero tiene blindado su
corazón.
Así que Ana y Rodrigo pasan a ser los mejores amigos, por cierto Ana está
embarazada, sus hormonas le juegan un montón de malas pasadas, pero lo peor es
escuchar de su “mejor amigo” sus ligues y conquistas. Con el corazón roto en
pedazos Ana intentará apartarse, aunque les será muy difícil.
Cada uno de ellos lleva su cruz particular, y cuando Ana tiene a su hijo
decide olvidarse de Rodrigo y recuperar su vida, ha de olvidarlo por ella y por
el pequeño. Ante esa decisión él descubrirá lo que todos sus amigos y familia
ya sabían, está enamorado de Ana y deberá reconquistarla ¿Podrá?
Booket nos presenta una historia adictiva, que desgarra
el corazón y que muestra como los hombres son muy hombres si van con mujeres
pero que las mujeres si lo hacen son unas lagartas. El juego de los celos está
muy presente, un tira y afloja entre un te quiero y un no te quiero, y unos
personajes secundarios que merecen todas las alabanzas posibles.
Como podréis leer y descubrir Cupido va en pañales porque la caga mucho,
pero creo que no va muy desencaminado, solo que no sincroniza bien los tempos y
lo que para uno es un flechazo para otro es una amistad que se transforma en
algo más.
Os aseguro que reiréis mucho con Encarna, la vecina, tendréis ganas de
estrangular a Úrsula, la madre de Rodrigo y no la bruja de la Sirenita,
adorareis a Alex, el hermano pequeño de Rodrigo, le llevareis las sales a
Teresa la madre de Ana y Nekane es como la salsa de chocolate caliente en un
helado de vuestro sabor favorito, ellos solo son una muestra de lo que el mundo
depara a dos corazones que fueron lastimados y que necesitan acompasarse.
Una novela a ritmo de bolero os espera.
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