Para todas aquellas que lloramos y reímos con Valeria, Carmen, Nerea y
Lola, tenemos la oportunidad de revivir sus momentos estelares, que fueron o
pudieron ser cotilleando en El diario de
Lola, ya sé que el diario personal es personal, pero Elísabet Benavente nos regala una chispa de alegría con espacio
para poder transformar este diario en el nuestro propio.
Antes de empezar solo voy a dar una objeción a este diario, creo que se
debería vender en pacs de dos, uno para guardar junto a “En los zapatos de Valeria”, “Valeria en el espejo”, “Valeria en blanco y negro” y “Valeria al desnudo” y otro para poder forrarlo de rojo pasión y apuntar en él nuestros
recuerdos y vivencias.
Una portada simple que combina lo más chic y cosmopolita que completa el
look de una mujer, un stiletto divertido con una combinación atrevida de rojo,
negro y blanco.
Lo que encontrareis entre sus páginas es el mundo de las chicas Valeria,
frases de sus novelas, pequeñas escenas, música para diversos estados de ánimo,
películas para ver un domingo por la tarde, los sueños de una joven que está
madurando y reserva este pequeño espacio del mundo solo para ella, sus
pensamientos, sus sueños, sus deseos sus anhelos, sus fantasías picantes… entre
sus páginas encontrareis el alma de Lola.
Ediciones Aguilar nos regala una chispa de la magia que descubrimos
cuando conocimos al cuarteto con los tacones mejor llevados de la ciudad.
Poder compartir todo un año, sus hojas de calendario acompañadas por la voz
de Lola y sus amigas es una experiencia interactiva de por sí, aunque es
imposible no leerlo de principio a fin casi sin respirar.
Es un regalo para la memoria, un placer que nos recuerda aquellos momentos
de locura que vivimos con nuestras coquetas y una invitación a releer sus
historias tomando nota de la visión de cada una de ellas.
Me cuesta mucho describir el compendio o el límite que existe entre este
diario y sus hojas en blanco que invitan a añadir a su nueva dueña sus
pensamientos y deseos, aspectos tan banales como la lista de la compra según la
ocasión, la lista de reproducción del iPod, la película que nunca dejaremos de
ver, el coctel perfecto e incluso aspectos sobre nuestro Víctor personal.
Valeria es la primavera, Lola el verano, Carmen el otoño y Nerea el
invierno, cada una de ellas es tan diferente a las otras como las estaciones
del año, pero se complementan formando un todo, un equilibrio entre cuatro
puntos cardinales.
Sin olvidarnos de un regalo muy especial, un relato corto inédito de
Valeria y Víctor “Tocada y hundida”
¿Estáis preparadas para ser una más de la cuadrilla?
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