Una novela erótica contemporánea con un telón de fondo tan atractivo
como el bondage japonés.
La Editorial Esencia nos
presenta la primera entrega de Dominación, saga firmada por Lorelei James, una de las autoras de
novela erótica contemporánea más vendida en Estados Unidas.
Atada nos presenta a Amery Hardwich una
joven que ha crecido en una familia muy religiosa y donde todo era pecado, una
gran profesional que intenta sacar a flote su empresa de publicidad y gran
amiga de sus amigos, tal es ese punto que cuando su amiga y empleada Molly es
atracada y decide apuntarse a clases de defensa personal, Amery la acompaña
apuntándose para ayudarla.
Allí, Ronin Black, el propietario
del dojo, se fija en Amery de una forma intensa, de tal modo que se acerca a
ella, no tan solo como instructor sino como algo más. Ronin habla poco de sí
mismo, es un alma oscura con un poder letal, su aura muestra poder, confianza y
una sensación de subyugación para todo aquel al que se dirige.
Cuando la química estalla entre
ellos, Amery descubrirá un mundo que no sabía que existía, Ronin la llevará a
límites insospechados donde su cuerpo hablará por ella y el juego de poder se
equilibrará siempre a favor de él.
La autora se aleja de la sombra
de Grey donde se jugaba con la corbata para mostrarnos el arte ancestral
japonés del Shibari y del Kimbaku, dos tradiciones milenarias que quedan
explicadas dentro de la trama donde las cuerdas crean arte sobre la piel de la
mujer.
Los amigos de Amery empiezan a
sospechar que algo no funciona, su amiga ha cambiado, parece depender de su
sensei y ya no pasa tiempo con ellos ¿Será que está relación la absorbe?, ¿Ha
cambiado para ser más libre?
Todo cambiará cuando Amery
descubra un secreto de Ronin, el hombre que la hace ser más ella que nadie no
le ha mostrado su él más interior, han compartido trabajo y diversión, pero
cuando Amery descubre parte de la verdad no podrá hacer nada más que
reflexionar sobre lo que sus amigos le han contado y alejarse de él.
En Atada he descubierto una
autora que más que narrar dibuja escenas con su pluma, su continuidad es muy
fluida y el juego que recae en los personajes secundarios da una gran solidez a
la historia.
Una lectura que se hace corta,
que deja a la lectora con ganas de más que en muy poco podremos disfrutar en
“Liberada” la segunda entrega y donde quizás descubramos el poder de las
segundas oportunidades, de la verdad frente a medias sombras y si el corazón
puede equivocarse tanto o realmente ve más allá de lo que uno trata de mostrar.