Laura Kinsale nos ofrece la continuación de su novela “Por el
corazón de mi dama”, con Corazón en
sombras publicado por Plaza & Janés.
Si no habéis leído la primera entrega de esta serie, no pasa nada, dado que
los personajes que resultaron el eje central en la anterior se muestran en esta
entrega más en las sombras, como grandes estrategas, pero la historia en si
recaerá sobre los hombros de otros personajes.
La autora juega muy bien con el lector y le regala la oportunidad de
descubrir en de manera independiente una historia completa en sí misma en cada
volumen. Cierto es que se pierde cierta profundidad en aspectos históricos o de
carácter referente a los personajes, pero aquellos aspectos más imprescindibles
los remarca de manera que quedan incluidos de manera fluida en la narración.
Nos encontraremos inmersos en el quinto reinado del rey Ricardo II, en una
época de caballeros y damiselas en apuros, donde el juego del poder y la guerra
se centraban como en un tablero de ajedrez y la vida de los personajes se
marcaran por su estatus social.
Nuestra protagonista es Elayne, una jovencita que vive en un pueblo inglés
con su hermana y su marido, donde gracias a su protectora ha recibido una
educación especial por su condición de mujer. Pero un día, tras un desengaño
amoroso, Elayne descubre que es Elena, nada más ni nada menos que la princesa
heredera de una región italiana, Monteverde.
Un lugar en conflicto entre dos familias, los Navona y los Pietro, dado que
se consideraba perdido el linaje de Elena.
La solución que proponen es casarla con Franco Pietro dado que el último de
los Navona está exiliado.
Nada la prepara para ser secuestrada por un pirata, Il Corvo, tras el cual
se esconde Allegreto Navona, un hombre que le roba el sentido y el corazón.
Elena tendrá que decidir que es más importante, si su corazón, su dignidad
o su pueblo.
Por primera vez, y desde hace mucho, el género romántico histórico nos
muestra a mujeres fuertes, con carácter que se enfrentan a grandes hombres,
poderosos y que están cañón, pero que en definitiva frente él se reducen a
mujeres dóciles.
Elena demuestra que de dócil no tiene nada, es testaruda, lista y muy
resuelta, una mujer capaz de usar una mente fría y un cuerpo caliente, sin
dejarse dominar.
Una mezcla potente entre el poder de la Iglesia, el poder del corazón y el
de la razón. Un momento donde el pueblo más poderoso era aquel que tenía más
fuerza bruta y menos escrúpulos.
¿Podrá Monteverde recuperar lo que fue de la mano de una joven princesa?,
¿Podrá un joven corazón terminar con la enemistad de una población diezmada por
las luchas internas?
No esperéis más para descubrir una heroína que podría ser la princesa de
vuestros corazones.
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